El Sol es una estrella situada en el centro de nuestro sistema solar y es la fuente principal de luz y calor para la Tierra. Esta estrella es una esfera gigante compuesta principalmente de hidrógeno (aproximadamente 74%) y helio (aproximadamente 24%), con pequeñas cantidades de otros elementos como oxígeno, carbono, neón y hierro.
Además, el Sol es esencial para la vida en la Tierra, ya que su luz y calor permiten la fotosíntesis en las plantas y regulan el clima y las estaciones. Por esto, la misión Solar Orbiter, un proyecto conjunto entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA, ha conseguido captar las imágenes más detalladas de la superficie visible de esta esfera jamás obtenidas.
Estas nuevas observaciones prometen aportar información valiosa sobre los complejos procesos magnéticos y dinámicos que tienen lugar en el Sol, fundamentales para entender su impacto en el sistema solar.
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Imágenes del Sol nunca antes vistas
El pasado 22 de marzo de 2023, a 74 millones de kilómetros de distancia del Sol, la Solar Orbiter utilizó dos de sus sofisticados instrumentos, el Polarimetric and Helioseismic Imager (PHI) y el Extreme Ultraviolet Imager (EUI), para capturar estas impresionantes imágenes.
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Las observaciones, que fueron procesadas y publicadas recientemente, muestran con detalle las capas externas del Sol, incluyendo su superficie visible, conocida como fotosfera, y la corona, su atmósfera ultracaliente. El PHI, en particular, logró captar imágenes completas de la fotosfera con una resolución sin precedentes. Esta región del Sol, con temperaturas que oscilan entre los 4.500 y los 6.000 grados Celsius, es donde se origina la mayor parte de la luz solar que llega a la Tierra.
En estas imágenes se observan manchas solares, áreas oscuras impulsadas por intensos campos magnéticos que interrumpen el flujo de calor desde el interior del Sol hacia su superficie. Algunas de estas manchas alcanzan dimensiones mayores que el tamaño de la Tierra. Estas sorprendentes fotos fueron difundidas por la Agencia Espacial Europea (ESA) en conjunto con la NASA.
Las fotos revelaron el poder del magnetismo solar
Además de las imágenes en luz visible, el PHI generó mapas magnéticos, también llamados magnetogramas, que revelan la dirección y concentración de los campos magnéticos en torno a las manchas solares. Estos datos son esenciales para los científicos, ya que permiten inferir cómo estos campos afectan la actividad de la corona, donde las temperaturas alcanzan el millón de grados Celsius.
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Según Daniel Müller, científico del proyecto Solar Orbiter, estos mapas de alta resolución son fundamentales para comprender cómo los procesos magnéticos a pequeña y gran escala interactúan en el Sol. "Estas imágenes nos brindan una perspectiva única para desentrañar la naturaleza dinámica del campo magnético solar y su influencia en la atmósfera solar", explicó Müller en el articulo de la ESA.
Otro logro destacado fue la creación de un "taquigrama", un mapa que muestra las velocidades y direcciones del material que se mueve en la fotosfera. Las áreas marcadas en azul indican el movimiento hacia la Solar Orbiter, mientras que las rojas señalan las regiones que se alejan. Estos patrones de movimiento ayudan a entender cómo el plasma se comporta alrededor de las manchas solares, en sincronía con la rotación del Sol.
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)
¿Por qué la corona del Sol es tan caliente?
El instrumento EUI permitió a los científicos analizar la corona solar, donde las temperaturas son significativamente más altas que en la fotosfera. Este misterio ha intrigado a los astrofísicos durante décadas. Las imágenes del EUI muestran cómo el plasma caliente de la corona interactúa con las manchas solares, proporcionando pistas sobre los mecanismos que alimentan estas temperaturas extremas.
Para obtener estas imágenes de alta resolución, la Solar Orbiter tuvo que rotar repetidamente, capturando diferentes secciones del Sol en un mosaico compuesto por 25 imágenes individuales. La Solar Orbiter y la Parker Solar Probe de la NASA están estudiando el Sol durante el pico de su ciclo solar de 11 años, una fase conocida como máximo solar.
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Durante este periodo, los polos magnéticos del Sol se invierten, y su actividad alcanza niveles máximos, caracterizados por un incremento en la aparición de manchas solares y explosiones de plasma llamadas eyecciones de masa coronal. Estas eyecciones, junto con las tormentas solares, pueden tener efectos significativos en la Tierra, desde interrumpir las comunicaciones por GPS hasta generar auroras espectaculares. Además, representan un desafío para los satélites y futuras misiones tripuladas al espacio profundo.
Esta misión es un encuentro más cercano con el Sol
Mientras Solar Orbiter continúa capturando imágenes sin precedentes, la Parker Solar Probe se prepara para un acercamiento histórico al Sol el próximo 24 de diciembre. La nave se aproximará a solo 6,2 millones de kilómetros de la superficie solar, navegando a través de plumas de plasma y campos magnéticos intensos.
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Ambas misiones trabajan en conjunto para responder preguntas fundamentales sobre el Sol, como qué impulsa el viento solar y por qué la corona es significativamente más caliente que la superficie. Estas observaciones no solo contribuyen al conocimiento científico, sino que también tienen aplicaciones prácticas en la predicción de la meteorología espacial y en la protección de las tecnologías en la Tierra y en órbita.
"Estamos viendo al Sol con un nivel de detalle que antes solo podíamos imaginar. Estas imágenes representan un avance crucial en nuestra comprensión del astro que sustenta la vida en nuestro planeta", dijo Mark Miesch, investigador de la NOAA.