El viaje de una familia por Australia terminó en tragedia: el padre fue devorado por un tiburón blanco cuando hacía careteo relativamente cerca de tierra firme.
Mientras Duncan disfrutaba de la vista bajo el agua, su hijo de 2 años, Levi, jugaba con una pala a remover la arena. Esta postal fue retratada por la madre.
La fotografía quedará en el álbum de recuerdos, pero lastimosamente el detalle no será el pequeño o el paisaje, sino lo que se ve de fondo: su padre haciendo esnórquel poco antes de morir.
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La familia del hombre cree que tuvo un problema médico y su cuerpo fue devorado por el tiburón cuando ya estaba muerto. En cualquier caso, explicaron que "nos reconforta saber que falleció en paz en el agua", recogio 9News .
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