Familiares de militares israelíes hablan del conflicto con Hamás: "Nos están masacrando"

El álgido panorama en el Medio Oriente tras las acciones bélicas que desataron una nueva etapa en el conflicto palestino-israelí ha dejado miles de personas heridas y muchas de ellas muertas. Tras el inicio de la guerra,los ejércitos fueron convocando a sus uniformados para luchar por sus ideales.

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Entre las filas del ejército está Galia Volcovich, una mexicana radicada en Israel que está a la espera de salir al ruedo para acompañar a su hermano y su prometido en el conflicto que azota a la región.

Recuerda que el sábado 7 de octubre estaba con su pareja en un lugar al sur de Israel cuando su mascota los despertó con fuertes ladridos, lo cual los desconcertó.

“Luego entendimos que estaban atacándonos y que teníamos que correr a un búnker”, detalló Volcovich, quien es un miembro de reserva.

Moy Volcovich, padre de Galia, explicó que en Israel el ejército está compuesto por ciudadanos israelitas y al ser un país tan pequeño no se tiene paga por estas labores militares.

“Es un servicio obligatorio para hombres y mujeres mayores de 18 años. Los hombres hacen 3 años de servicio y las mujeres 2. Cuando terminas tienes que hacer reserva y terminas de hacerlo cuando tienes más o menos 50 años”, especificó Moy.

La familia mexicana, que es de origen judío, se radicó en Israel porque sienten ese como su verdadero hogar.

A pocas horas de partir, y ya con su hermano y su pareja en el campo de batalla, Galia admite sentirse orgullosa de ser parte de Israel, enfatizando en que dará lo mejor de sí para ayudar a los soldados que deberá entrenar para que los protejan.

“Tenemos mucho miedo de la situación, pero tenemos que ser fuertes (…) Estamos nada más tratando de proteger a nuestra familia y no queremos hacer daño”, dijo Galia.

Por su parte, Gabriel Volcovhich, hermano de la reservista, comentó que Hamás está tomando bebés, niños y viejos y metiéndolos en jaulas “como perros”.

“¿Esos son los que van a luchar por la paz? Hamás es una organización de terror y el mundo tiene que abrir los ojos y ver lo que está pasando. Nos están masacrando”, aseveró Gabriel, diciendo que no se tenía este número de muertes de judíos desde el holocausto.

Entretanto, Moy admitió que tener que despedir a sus hijos para que vayan a la guerra es una situación muy difícil, especialmente porque no es algo que hubieran experimentado antes.

“Es una sensación combinada. Mucho miedo, temor a que no vayan a regresar, pero es una obligación”, destacó.

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