Las autoridades de Estados Unidos resolvieron un crimen cometido en 1992 con la ayuda de la familia de un asesino y también con una confesión de él cuando estuvo hospitalizado en abril pasado, informaron en el condado Orange, en el centro de Florida.
Robert Cates, quien fue detenido el 5 de agosto de 2022, está acusado de la muerte hace 30 años de John Stagner, de 53 años, quien presentaba muestras de golpes en la cabeza, según recogieron los medios.
Agentes de la Policía acudieron entonces a una casa en el condado de Orange, después de que la esposa de Stagner, un trabajador de mantenimiento, lo encontrara muerto.
Según reportó Fox6 News , "Cates tenía un hábito de drogas en ese momento y, a menudo, tomaba prestadas varias herramientas eléctricas de Stagner y las empeñaba para comprar drogas".
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Dicho medio anotó que, de acuerdo con los informes, "Stagner lo confrontó al respecto y le pidió que devolviera las herramientas".
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Cates figuró desde el primer momento entre los sospechosos debido a la inconsistencia de su testimonio y el de sus allegados, pero no había pruebas.
La familia de un asesino se enteró de la verdad en 1995, tras un intento de suicidio del criminal que habría admitido ante ella que mató a Stagner.
En 2020, uno de sus allegados se comunicó con la Policía para contribuir a la resolución definitiva del caso y, en marzo pasado, la Policía interrogó a la hija y esposa de Cates, quienes siempre le tuvieron miedo por su conducta agresiva.
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Un mes después, Cates dijo a una enfermera en Carolina del Norte que había matado a alguien en Florida y la Policía obtuvo su confesión.