Dimitri Didenko fue un apasionado deportista extremo, curtido en el mundo del paracaidismo. A lo largo de sus 30 años de vida superó los 6.000 saltos, lo que lo hacía todo un experto.
El joven de origen ruso decidió asistir al Campeonato Virtual de Paracaidismo de Australia y participaba con wingsuit, aquel traje que simula las alas de las ardillas voladoras.
Lo que Didenko nunca imaginó fue que ese iba a ser su último salto: el paracaídas nunca abrió y murió en la caída. Otros participantes y espectadores quisieron intervenir, pero ya había fallecido.
Solo queda investigar el motivo por el cual falló el sistema, y para ello revisarán el casco de Dimitri, que funciona como GPS y pudo haber registrado los últimos instantes de vida del afamado paracaidista.
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