En Missouri, Estados Unidos, cuatro años después de ser sepultado, fue exhumado el cuerpo de la monja Wilhelmina Lancaster, una religiosa afroamericana, célebre por ser la fundadora de la Congregación de las Hermanas Benedictinas de María, Reina de los Apóstoles. Para sorpresa incluso de los más escépticos, sus restos estaban casi intactos.
La exhumación se realizó el pasado 28 de abril, ya que las hermanas quieren trasladar el cuerpo a un nuevo sepulcro dentro de la capilla del monasterio, “una costumbre de larga data para los fundadores de una congregación”, señala Aci Prensa.
Sin embargo, al momento de desenterrarla hallaron el cadáver incorrupto.
De acuerdo con una publicación de la Iglesia católica de Santa Juana de Arco en Post Falls, “ella fue originalmente sepultada en el cementerio del convento exterior en Gower, Missouri. Después de su muerte, no fue embalsamada”.
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También llama la atención de los fieles que la hermana Lancaster murió a los 95 años, el 29 de mayo de 2019, en la Solemnidad de la Ascensión.
Historia de la monja Wilhelmina Lancaster
Aci Prensa indica que para fundar su propia congregación en 1995, cuando tenía 70 años, la religiosa optó por dejar su comunidad, las Hermanas Oblatas de la Providencia, donde estuvo por medio siglo.
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La hermana Wilhelmina Lancaster fue conocida por su devoción a la misa tradicional en latín y su fidelidad a la contemplación benedictina y a la Liturgia de las Horas.
De acuerdo con el medio citado, fue una gran sorpresa para las hermanas encontrar casi intacto el cuerpo de Lancaster, “a pesar de que no estaba embalsamado y de que el féretro tenía una grieta en el medio que habría dejado entrar la humedad y suciedad durante esos cuatro años”.
“Creemos que es la primera mujer afroamericana en ser hallada incorrupta”, manifestó la madre Cecilia, actual abadesa de la comunidad, en diálogo con el Grupo ACI de EWTN el pasado 20 de mayo.
Los restos se encontraban cubiertos por una capa de moho que había crecido como consecuencia de los altos niveles de condensación del féretro de madera, debido a la grita que presentaba.
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Así como el cuerpo, tampoco su hábito se había desintegrado durante este tiempo.
El hallazgo ocasionó una gran peregrinación de curiosos y fieles al monasterio. La hermana será sepultada nuevamente el próximo lunes.
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“¡Qué increíble historia! Otro santo moderno en ciernes. Que todos nos esforcemos por convertirnos en santos para nuestro tiempo”, han comentado los creyentes, alegres por lo sucedido con el cuerpo de la monja.