Un hombre finalmente fue absuelto en Alemania tras más de 13 años en prisión por la muerte de una mujer de 87 años, que al parecer perdió la vida por un trágico accidente y no por el supuesto asesinato por el que fue condenado el acusado.
No únicamente la defensa, también la Fiscalía había pedido la absolución de Manfred Genditzki, de 63 años, al considerar que existen dudas no solo de que el acusado cometiera el asesinato, sino también de que se hubiera producido tal crimen, según informaron los medios.
Desde el punto de vista de los peritos que tomaron la palabra en el juicio, es posible, e incluso probable, que la señora sufriera un accidente al morir ahogada en su bañera, en contra de la condena inicial, que apuntaba a que había sido el acusado, que trabajaba de conserje en el edifico donde vivía la mujer, el que presuntamente la había ahogado.
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Genditzki, que llevaba en una prisión de Alemania desde principios de 2010, siempre había insistido en su inocencia, luchó durante años por una repetición del juicio y recaudó donativos para encargar nuevos peritajes.
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Finalmente, en agosto del año pasado Genditzki recuperó la libertad tras 4.912 días en prisión ante las dudas sobre su presunta culpabilidad y la Audiencia Provincial de Múnich accedió a su petición de un nuevo juicio.
"Ha soportado usted esto de una manera admirable", declaró la juez Elisabeth Ehrl al comunicarle la absolución y después de aludir al camino pedregoso que ha tenido que recorrer el acusado.
El tribunal está convencido de que Liselotte K. murió en un trágico accidente, dijo Ehrl al leer el veredicto, que marca el final del tercer juicio de este caso, que se remonta a octubre de 2008.
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En 2010, la Audiencia Provincial de Múnich había condenado a Genditzki. La cadena perpetua por el presunto asesinato de la señora, sentencia que fue recurrida por su entonces abogado defensor y que en segundo juicio fue confirmada con un veredicto de culpabilidad.
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Tras su absolución, Genditzki tiene derecho a una indemnización de 75 euros por cada día que pasó injustamente en prisión, que en su caso se traduce en 368.400 euros, y puede reclamar, además, daños materiales, por ejemplo, por lucro cesante.