Este viejo hospital de los muñecos cumple 187 años devolviendo sonrisas a niños y adultos

Fue fundado por una anciana conocida como doña Carlota, que sanaba a sus curiosos pacientes en una plaza de Lisboa en Portugal. Uno de los más antiguos de este género en el mundo, desde 1830 atiende como centro médico con la única diferencia de que sus enfermos son inanimados. "Es un trabajo de mucha paciencia e imaginación, no hay dos muñecos que tengan como origen exactamente el mismo problema", afirma Manuela Cutileira, responsable del hospital. “Es un sitio en el que se cura la nostalgia", asegura Manuela. A este lugar llegan muñecos que van desde los más actuales a los más antiguos, incluidos los de porcelana, a los que “sus dueños llevan por cariño personal y no por valor monetario”. Tras pasar por la sala de espera, los muñecos son transferidos para uno de los dos cuatros, con diferentes especialidades médicas cada una, de acuerdo con los síntomas que presenten y también por su antigüedad. Las diferentes épocas del año hacen lo suyo para que el los trabajos sean específicos, especialmente en las fiestas navideñas cuando "a veces los niños Jesús aparecen rotos y tienen que estar listos para Navidad", añade. En ese periodo del año sus servicios son más solicitados, agrega, por iglesias que piden numerosas restauraciones de sus imágenes, aunque también es común que las personas se acuerden de reparar muñecos antiguos para regalarlos con motivo del nacimiento de hijos o nietos. Las instalaciones del hospital cuentan también con un museo que se fue creando con las muchas piezas adquiridas por donaciones de quienes visitan este lugar, ya sean clientes nacionales o internacionales.