Estados Unidos intenta calmar los ánimos con China luego de visita de Nancy Pelosi a Taiwán

Al inicio de su encuentro con representantes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, en Camboya, el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, dijo que espera que China "no fabrique una crisis o busque un pretexto para incrementar su agresiva actividad militar", a raíz de la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán.

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El responsable de la diplomacia estadounidense recalcó que Washington mantiene su interés por asegurar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán y advirtió que una escalada no beneficia a nadie.

Por su parte, Nicolas Burns, embajador de Estados Unidos en Pekín, quien fue convocado por la Cancillería china a raíz de la crisis de Taiwán, pidió a su contraparte evitar el aumento de las tensiones y mantener abiertas las líneas de comunicación

Entretanto, el presidente del comité de exteriores del Senado de Estados Unidos fue más allá. El demócrata Bob Menéndez propuso suministrar más ayuda militar a Taiwán y que su país designe a la isla como aliado estratégico no miembro de la OTAN. La iniciativa de Menéndez también plantea "imponer consecuencias económicas a Pekín si toma medidas hostiles contra Taiwán".

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A través de la red social que creó, el expresidente Donald Trump arremetió contra la presidenta de la Cámara de Representantes por su visita a Taiwán y aseguró que "siempre está causando problemas y que nada de lo que hace sale bien".

Aunque la Casa Blanca sostiene que no defiende la independencia de Taiwán, la visita de Pelosi constituye para China una muestra de respaldo a la secesión de la isla, territorio sobre el que Pekín reclama la soberanía.