Una madre y su hija son dos de los rostros que deja la crisis de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos. Ambas nadaron de regreso a México por el río Bravo tras ser devueltas a horas de que se levante el Título 42.
Para llegar a esa frontera, los migrantes pasan penurias, hambre y peligros, pero la motivación de estas personas parece clara.
"A Venezuela no quiero volver porque si está el desayuno, no está la cena, y principalmente quiero darle una mejor calidad de vida a mis hijos”, dijo Gleidys Losada, migrante venezolana.
Por eso, a horas de la expiración del Título 42, que permitía negar la entrada y expulsar a los solicitantes de asilo basándose en la emergencia sanitaria, miles de migrantes esperan en la frontera de Estados unidos y México, para ser atendidos por agentes de la patrulla fronteriza.
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Una luz de esperanza que les abra el camino a una nueva vida es lo que esperan.
"Fui a entregarme. Salí bien, nos fue bien allá dentro, nos procesaron, cogieron las huellas, nos trataron muy bien allá y nos entregaron el permiso para poder circular en el país. Nos dieron cita y todo para entregarnos asilo político acá”, dijo Fran Alezandre, también migrante venezolano.
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Sin embargo, para otros, la incertidumbre es mayor. "No, no he pensado en entregarme porque muchos amigos se han entregado y los han sacado para México. Y en este país prácticamente nos están matando. A varias muchachas las han secuestrado en Tijuana”, indicó el migrante Jhonny Aguirre.
Más de 24.000 agentes estadounidenses están apostados en la frontera junto con otros 1.100 nuevos coordinadores de la patrulla fronteriza, el doble que el año pasado. También hay 1.000 personas encargadas de las entrevistas a los solicitantes.
Para hacer frente al incremento de la masiva llegada de migrantes que se está registrando en la frontera, el gobierno del presidente Joe Biden anunció una nueva reforma que, en la práctica, restringe aún más el acceso a Estados Unidos.
Es un conjunto de medidas hechas con una sola lógica.
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"El levantamiento del Título 42 no significa que nuestra frontera está abierta. De hecho, es todo lo contrario", dijo Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
A partir de este viernes, 12 de mayo, la mayoría de migrantes que lleguen a la frontera sur de manera ilegal no serán elegibles para asilo, enfrentarán una expulsión y prohibiciones.
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"Una persona que sea expulsada bajo el Título 8 está sujeta a una prohibición de al menos 5 años para volver a ingresar a los Estados Unidos y puede enfrentar un proceso penal", apuntó Mayorkas.
Si los migrantes no quieren sufrir las consecuencias del Título 8, tendrán que pedir una cita a través de una aplicación llamada CBP One Mobile o llevar hasta la frontera un certificado de que les negaron una solicitud de asilo en otro país.
Además, se establecerán 100 centros de procesamiento de migrantes en países como Colombia, donde estos serán procesados para ver si pueden acceder a algún alivio migratorio.
Cristhian Mancera, director de la red Servicolex, que ayuda a colombianos migrantes, aclara que, si bien podría haber represamiento de migrantes en los centros mientras se procesan solicitudes, el beneficio es mayor.
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“No lo veo como un 'escampadero' para aquellos que piensan eso, sino como una oportunidad de que un ciudadano no arriesgue su vida y que su solicitud sea tramitada en territorio colombiano", resaltó Mancera.
El Título 42 se levantará este jueves a las 11:59 de la noche hora del este de Estados Unidos.