Las autoridades de Texas, Estados Unidos, informaron que una mujer de 37 años deberá pasar el resto de su vida tras las rejas después de ser sentenciada a 75 años de prisión por torturar sádicamente a una joven.
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Mediante un comunicado oficial, la Policía del condado de Collins anunció que la criminal, quien fue identificada como Alicia Calderón, conocía a la víctima de 24 años desde 2019.
Al principio la víctima se mudó con la mujer y su familia a un remolque bajo la condición de que mantendría el lugar limpio, además de cuidar a los hijos de Calderón y de una adulta mayor discapacitada.
Tomó solo un par de meses para que comenzaran los abusos, donde la hoy sentenciada comenzó a maltratar a la joven y le quitó su teléfono para que no pudiera comunicarse con nadie.
Los relatos oficiales aseguran que “Calderón engañó a la víctima para que viviera con ella y luego la controló con torturas inimaginables".
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La mujer comenzó a privarle de comida a la víctima, algo que ocasionó que perdiera la mitad de su peso corporal.
"En julio de 2021, Calderón sorprendió a la víctima robando comida de la casa. Como castigo, la encerró en una jaula para perros y le echó agua hirviendo, hiriéndole las piernas. Más tarde ese año, durante una discusión, Calderón vertió una olla con agua hirviendo sobre la joven, provocándole graves quemaduras en los brazos, el pecho y la espalda", detallaron las autoridades, afirmando que la abusadora no permitió que la joven recibiera atención médica.
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No fue sino hasta febrero de 2022 cuando la víctima logró usar un teléfono para contactar a su padrastro, quien inmediatamente dio aviso a las autoridades.
Los uniformados aseguraron que, al momento del rescate, la mujer pesaba unos 35 kilos, le habían afeitado la cabeza y tenía quemaduras de segundo y tercer grado por todo el cuerpo, por lo cual debió ser sometida a múltiples cirugías.
La mujer mayor a la que debía cuidar también estaba en tan mal estado que los agentes de la Policía pensaron que estaba muerta.
A pesar de las condiciones deplorables en las cuales se encontraba la anciana, se encontró que la mujer había gastado 78.000 dólares de la herencia de su familiar en tiendas de tatuajes, elementos de fiesta y repuestos para carro.
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Por estas acciones, se le imputó el delito de primer grado de agresión agravada con un arma mortal que causa lesiones corporales graves a un miembro del hogar, crimen por el cual fue enviada a prisión.
"Esperamos y rezamos que la sentencia de este jurado permita a la víctima sanar aún más de todas las profundas heridas físicas y emocionales infligidas por esta acusada”, afirmó Greg Willis, fiscal de distrito del condado de Collin después de la sentencia.