Al momento de su asesinato, el candidato presidencial Fernando Villavicencio contaba con tres filtros de seguridad. El primero, conformado por cinco policías, lo acompañó durante el evento político hasta la camioneta. El esquema intermedio era un grupo de reacción integrado por agentes de mantenimiento del orden que lo esperaban fuera del vehículo. Un último filtro, conformado por dos patrulleros, estaba en la parte externa. Todos fallaron.
De acuerdo con las investigaciones de la justicia ecuatoriana, el lado del vehículo que abordó Fernando Villavicencio estaba descubierto y fue por allí donde los sicarios atacaron. Estos se lograron infiltrar entre los simpatizantes. En ese costado, altamente vulnerable, estaba el policía que conducía la camioneta y al repeler a uno de los asesinos resultó herido.
“Debo recordar a la ciudadanía y al pueblo ecuatoriano que la Policía está brindando seguridad a muchos funcionarios y en el cumplimiento de su deber hemos tenido dos policías fallecidos y en este caso volvemos a tener dos policías heridos, que lo único que manifiestan es están siempre prestos a cumplir su juramento incluso a costa de su propia vida”, señaló Fausto Salinas, comandante de la Policía de Ecuador.
Cercanos a Villavicencio aseguran que él había solicitado un equipo táctico para que le acompañara en forma permanente, un dato que deberá esclarecer la investigación.
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“No entiendo por qué lo subieron a la camioneta en la que fue asesinado, no entiendo por qué su seguridad no reacciona y se esconden, todavía tienen que darme muchísimas explicaciones. Recién ayer en la tarde llegué, fui a ver el cadáver de mi esposo, entonces hoy día este país tiene que darme muchas explicaciones de todo lo sucedido el miércoles”, manifestó Verónica Sarauz, esposa de Fernando Villavicencio.
El vehículo policial baleado se encuentra aún bajo la custodia de agentes de criminalística. Al momento los seis colombianos detenidos como sospechosos permanecerán así por lo menos durante 30 días más mientras avanza el proceso. Todos ellos enfrentan el delito de homicidio.
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A raíz del crimen de Villavicencio, Ecuador vive hoy el segundo día de 60 de estado de excepción. Advierte el propio gobierno que el país debe estar alerta y preparado.
“¿Qué mayor prueba de que han querido enlodar el proceso electoral que asesinaron a un candidato presidencial? Esa es prueba plena de los planes de algunas personas, de los criminales, de los autores intelectuales, de cuáles son sus fines. Hay que estar más atentos que nunca al respecto y, entre otras cosas, por eso la declaratoria de estado de excepción, que es la única herramienta jurídica que permite que fuerzas armadas puedan estar en las calles, prevenir, mitigar, ese tipo de situaciones”, indicó Henry Cucalón, ministro de Gobierno de Ecuador.
Ecuador se alista para, además de vivir unos comicios electorales en medio de la violencia, ver en las calles patrullajes de policías y militares, pues por dos meses los uniformados están autorizados para accionar sus armas contra los criminales, haciendo uso progresivo de la fuerza, así como requisas de vehículos y propiedades.