Ante la escasez de mano de obra en varios sectores estratégicos, el gobierno de España aprobó una reforma a la ley de extranjería que facilitará la contratación de personas de otros países.
Los cambios buscan promover una contratación ordenada en las naciones de origen y regularizar la situación de quienes ya están en el país.
La falta de personal en sectores críticos, como el turismo, la agricultura, la construcción y el transporte, profundizada por los efectos de la pandemia, abrió el camino a esta reforma.
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Sin necesidad de pasar por el Congreso, el gobierno de Pedro Sánchez cambió la reglamentación de la ley de extranjería y no la ley en sí misma. El objetivo: facilitar la contratación de inmigrantes y regularizar a quienes ya están en España.
Las modificaciones normativas persiguen favorecer la incorporación al mercado laboral de las personas que se encuentran en el país ibérico, reforzar las vías de migración regular y mejorar el sistema de gestión, señala el documento.
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Entre otras cosas, se simplifica el otorgamiento de visas cuando la contratación se hace en los países de origen, se favorece la reagrupación familiar y se facilita el acceso al empleo a los estudiantes extranjeros, quienes podrán trabajar hasta 30 horas semanales. Además, se crea una nueva figura de arraigo.
"El arraigo por formación, que va a permitir a inmigrantes que viven ya hace 2 años en España y que quieren acceder a la formación para formarse en profesiones particularmente deficitarias, que lo puedan hacer y que eso sea una pasarela hacia el mercado de trabajo”, explicó José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social de España.
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Las autoridades reconocen que los procesos eran "lentos e inadecuados" y que los cambios corregirán anomalías que dificultaban la incorporación al mercado laboral.
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Los latinoamericanos serán los mayores beneficiados, pues se estima que el 70% de los 500.000 inmigrantes en situación irregular son de esta región.