Jesse Dufton, un escalador británico, de 39 años, demostró que la ceguera que padece no es un impedimento para alcanzar grandes logros. Nació con una enfermedad ocular degenerativa llamada distrofia de conos y bastones, sin embargo, esto no le ha imposibilitado cumplir sus sueños. Recientemente, alcanzó la cima de una pared rocosa de 150 metros en Devil’s Towel, Wyoming, Estados Unidos.
La fuerza de la perseverancia
Acompañado por su esposa y compañera de escalada, Molly Dufton, quien lo guió desde abajo, Jesse subió con precisión y confianza. Este logro no solo resalta sus excepcionales habilidades para escalar, sino que también sirve como una historia inspiradora que demuestra que cualquiera puede superar desafíos aparentemente imposibles.
"En El Matador… no diría que estaba completamente aterrorizado. ¿Agotado? Sí. ¿Aterrado? No particularmente", explicó Dufton a CNN Sport.
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Superando el miedo
Jesse comenzó a escalar a los dos años con su padre y, a los 11 años, cuando solo tenía el 20% de su visión, ya estaba conquistando paredes. Ahora, con 39 años, Dufton solo tiene percepción de luz.
A pesar de su enfermedad, siempre ha sido consciente de la hazaña que estaba logrando. "Mi nivel de miedo ahora está más relacionado con la cantidad de peligro que percibo que corro. Si puedo estar en un lugar alto, pero si la escalada es fácil y tengo mucho equipo, no me estreso. Solo me estreso cuando creo que me voy a caer, y aún más cuando el equipo no es bueno", agregó al canal de televisión estadounidense.
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Un pionero en la escalada
Este no es el único logro de Jesse. Es el primer escalador ciego en establecer una ruta de varios largos en un acantilado de 100 metros en las montañas del Pequeño Atlas de Marruecos.
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"No quiero que mi destino genético determine mis elecciones de vida", aseguró.
Su determinación y habilidades han sido una fuente de inspiración para muchos.
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La preparación del escalador
Durante su hazaña en Wyoming, Jesse sufrió varias caídas, pero gracias a la preparación y los métodos de mitigación que implementó no tuvo mayores inconvenientes.
Molly Dufton, su esposa, comentó a CNN Sport: "He estado escalando durante más de 20 años y escalo a un nivel decente, pero, aun así, algunas de las cosas que él sube… son simplemente una locura".
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Una pareja inseparable
Jesse y Molly se conocieron en la universidad hace 20 años y desde entonces han sido inseparables en sus aventuras de escalada. La pareja ha ideado un sistema que utiliza un radio para comunicarse. Él escala y ella lo asegura con una cuerda, y viceversa. Esta colaboración y apoyo mutuo han sido claves para sus éxitos deportivos.
La historia de Jesse Dufton es un recordatorio poderoso de que, con determinación y apoyo, es posible superar cualquier obstáculo.