Crece la controversia por la polémica llamada del presidente Donald Trump al secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, en la que se oye al mandatario presionar al funcionario para revertir el resultado de las elecciones en ese estado.
Tras hacerse público el audio, Trump interpuso una demanda contra Raffensperger por divulgar la grabación.
Detallando una lista de teorías de conspiración y desinformación, el presidente le pidió al funcionario que recalculara los votos e insinuó que podría enfrentar consecuencias si no lo ayudaba.
“Usted sabe lo que hicieron y no lo está denunciando. Eso es criminal, es un delito y no puede dejar que eso suceda. Es un gran riesgo para usted y para Ryan, su abogado”, dijo Trump.
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En otro punto, el secretario le respondió: “Bueno, señor presidente, el desafío que tiene es que los datos que usted maneja son incorrectos”.
Brad Raffensperger, quien es republicano, le aseguró que no hubo fraude electoral y que las elecciones fueron justas.
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Por su parte, la campaña del presidente electo, Joe Biden , condenó el hecho.
Su asesor legal dijo que esto era una prueba irrefutable de un presidente presionando para cambiar un resultado electoral y otro ejemplo de cómo Donald Trump atacaba la democracia.
La vicepresidenta electa, Kamala Harris, también reaccionó: “sí, ciertamente, la voz de la desesperación”.
Todo esto ocurre justo cuando el Congreso de Estados Unidos se prepara para certificar los resultados de las elecciones presidenciales y, además, en vísperas de la elección que determinará qué partido tomará el control del Senado.
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Por eso, Biden y Trump estarán en Georgia haciendo campaña por sus candidatos.