En Binnish, una provincia Siria que fue azotada por la guerra, un pintor quiso ponerle color a aquellas casas y estructuras que fueron destruidas por las balas y las bombas que lanzaron los violentos.
Aziz Asmar recorrió, con pinturas y pincel en mano, lo que fue un próspero territorio en otra época.
Buscando entre los escombros encontró una de las pocas estructuras que sobrevivieron a las bombas.
Allí se dispuso a hacer un mural con la cara de Diego Maradona , un astro del fútbol que traspasó cualquier tipo de frontera.
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“Maradona es uno de los futbolistas más famosos del mundo. Consiguió logros en la copa del mundo y en Italia. Yo lo veía cuando era un niño, admiré siempre su estilo de juego”, dijo Aziz tras terminar su obra de arte.
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En medio de las ruinas, la guerra y la hostilidad, Siria le dice al mundo que recuerda con amor a Diego Armando Maradona, el futbolista que unió a un planeta sin importar colores, camisetas, nacionalidades o doctrinas.