Ocho días después de la tragedia en Mati que les costó la vida a 88 personas, se conoce cómo muchos debieron saltar a las aguas para salvarse.
Las llamas atraparon a las personas en automóviles y en el borde de los acantilados, mientras que otros se vieron obligados a saltar para sobrevivir, o correr hacia el mar desde la playa con las pocas pertenecías que tenían en ese momento, entraron al mar como única opción de ponerse a salvo.
Uno de los sobrevivientes registró el escape del voraz incendio que dejó 88 víctimas mortales.