Los restos de un hombre de 32 años que había desaparecido el pasado 18 de febrero en Chubut, en la Patagonia argentina, fue hallado en un tiburón capturado por pescadores.
La víctima era Diego Barría y lograron identificarla por un tatuaje.
El hombre había salido a pasear, con una mochila en la que llevaba elementos de campo, sobre las nueve de la noche del sábado 18 de febrero en su cuatriciclo por la zona de Rocas Coloradas, en el norte de Comodoro Rivadavia, de acuerdo a lo informado por el medio TN.
Dos días después las autoridades encontraron su vehículo y casco y por eso se creía que había sufrido un accidente. Sin embargo, de él no se supo nada.
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Sin embargo, en la madrugada del domingo 26 de febrero la Prefectura Naval recibió una llamada de dos pescadores de Caleta Córdova, que informaron sobre el hallazgo de restos humanos dentro de un tiburón de 1,50 metros.
“Al retirar las vísceras” del tiburón encontraron “dermis, grasa y carne humana”, según autoridades policiales.
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Se desconoce cómo el hombre fue a parar en las entrañas del escualo, pero el jefe de la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia, Christian Ansaldo, dijo que “no se descarta ninguna hipótesis” y que “todo es motivo de investigación”.
“Todavía no se iniciaron las pericias. Se van a descartar todas las hipótesis que surjan en base a los indicios”, señaló al medio ADNSur.
Las autoridades están tras la búsqueda de más restos del hombre.
Otro ataque de tiburón
Un turista australiano murió el pasado domingo 19 de febrero tras ser atacado por un tiburón cuando nadaba cerca de una de las playas de Nouméa, la capital del territorio de la Nueva Caledonia francesa (Océano Pacífico), informaron las autoridades locales.
La víctima, de 59 años, estaba a unos 50 metros de la playa de Chateau Royal cuando fue atacado por el escualo y sufrió heridas graves en las piernas.
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Dos socorristas en motos de agua lo rescataron y llevaron a la plaza, pero el hombre falleció a causa de las heridas a pesar del auxilio médico que recibió, detalló la radio pública local.
El Ayuntamiento de Nouméa decidió inmediatamente cerrar todas las playas de la ciudad y lanzar una nueva campaña de caza de los tiburones que se encuentren en las proximidades de la zona.
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El incidente ocurrió solo dos días después de la reapertura de las playas de la ciudad, que habían sido cerradas después de que una bañista resultó gravemente herida el 29 de enero por un ataque de tiburón en la misma playa, lo que causó una primera campaña de caza de escualos.
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