La Junta de Educación de la ciudad japonesa de Chiba decidió sancionar a siete trabajadores al descubrir que se habían ido de sus puestos a las 5:13 de la tarde, cuando su contrato los obligaba a salir a las 5:15.
Según los veedores, esta conducta se repitió entre mayo de 2019 y enero de 2021. Entre los siente funcionarios sumaban 316 infracciones.
En su defensa, alegaron que salían unos minutos antes para que no los dejara el bus de las 5:17, de lo contrario no podían abordarlo y se veían obligados a esperar media hora más hasta que saliera el siguiente servicio.
Además de ser objeto de llamados de atención por escrito, los castigaron con una rebaja salarial durante tres meses que suma un valor equivalente a los 1.200 dólares.
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Por supuesto, el debate está sobre la mesa. Unos culparon a los trabajadores, otros a las autoridades por la rigidez y algunos tantos a quienes programan el horario de los autobuses por no esperar unos minutos más.