Un joven de 19 años con antecedente delincuencial esperaba en la cárcel a ser llamado a juicio tras dispararle a un vecino en Argentina , lo acusaban de intento de homicidio.
Llevaba dos años esperando el desarrollo del proceso y, al conocer que nuevamente habían postergado la audiencia, decidió quitarse la vida en su celda.
Pidió prestado un teléfono y escribió un mensaje de despedida a su familia.
Sus honras fúnebres se llevaban a cabo y en el camino al entierro ocurrió un hecho indignante. De unas 15 motos que acompañaban el cortejo se bajaron sus amigos y saquearon una floristería.
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Uno de los afectados que habló para TN Noticias , medio que recogió la historia, dijo que la situación es recurrente: “cada vez que muere un chico en la cárcel o en algún enfrentamiento con la Policía, vienen al cementerio, se llevan todo y hacen velorios tirando tiros al aire”.
Vea aquí las indignantes imágenes:
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Denunció la víctima que las autoridades de su país poco hacen en estas situaciones.