El presidente francés, Emmanuel Macron , aseguró este lunes, 17 de abril de 2023, escuchar la "ira" de los franceses contra su impopular reforma de las pensiones, pero subrayó que esta es "necesaria" y que sus disposiciones entrarán en vigor "a partir de este otoño" boreal.
"Nadie puede permanecer sordo" a esta "ira" de los manifestantes, dijo en un discurso televisado desde el Palacio del Elíseo el mandatario liberal, quien lamentó que no se haya logrado un "consenso" sobre esta reforma clave para su segundo mandato.
Francia vive una crisis política y social desde enero por esta reforma que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelanta a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, y no 42, para cobrar una pensión completa.
Pese al rechazo de los sindicatos y de la gran mayoría de franceses, según los sondeos, Emmanuel Macron decidió en marzo adoptar por decreto su ley, al temer perder la votación en el Parlamento, lo que radicalizó las protestas y acrecentó el malestar.
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Para pasar página de esta crisis, el jefe de Estado de 45 años anunció un "nuevo pacto sobre la vida en el trabajo", que abordará la "mejora de ingresos" y de las condiciones laborales y un "mejor reparto de la riqueza", entre otros aspectos.
Su objetivo es construir este pacto con los sindicatos, a los que dijo que su puerta estará "siempre abierta", pese a que durante el trámite parlamentario de la reforma rechazó reunirse con ellos, como le pidieron en una carta.
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Para relanzar su segundo mandato hasta 2027, en punto muerto por el conflicto enquistado de las pensiones, el mandatario anunció una serie de medidas como la lucha contra la "inmigración ilegal" y los fraudes sociales y fiscales, entre otros.
La educación y la sanidad son otros de los ámbitos que priorizará.
"Tenemos ante nosotros 100 días de apaciguamiento, de unidad, de ambición y de acción al servicio de Francia", urgió Macron, quien avanzó que hará "un primer balance" de la situación el 14 de julio, con motivo de la fiesta nacional.
Muestra del malestar reinante, durante su discurso, se produjeron ‘caceloradas’ ante ayuntamientos de varias ciudades de Francia.