Un hombre que admitió haber asesinado a su hermana embarazada
fue sentenciado a 40 años de prisión por el macabro crimen. Las investigaciones demostraron que el joven creía que ella era una vergüenza para la familia.
Información recogida por Law&Crime indica que Eduardo Arévalo le quitó la vida a su hermana, Viridiana, cuando esta tenía 8 meses de gestación en diciembre de 2019. Al parecer, el hombre se acercó a ella por la espalda mientras reposaba en el sofá de la casa familiar y terminó estrangulándola hasta la muerte.
Las declaraciones juradas del proceso relatan que el residente de la ciudad The Colony, en Texas, se aseguró de que la joven estuviera muerta, envolviéndole la cabeza con cinta adhesiva, para después dejar su cuerpo en una zona campestre.
El 17 de julio, un día después del crimen, Viridiana sería reportada como desaparecida por su novio, y tras poco tiempo la familia encontraría una supuesta nota de suicidio que falsificó Arévalo.
En un intento porque sus conocidos no encontraran el cadáver de la embarazada, el asesino lo recogía y dejaba en diferentes puntos de la ciudad, para ser finalmente vista en un callejón, en el cual había cámaras de seguridad. Estas cintas ligaron al hermano con el deceso de "Viri", como era nombrada de manera cariñosa por sus conocidos.
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Aunque intentó hacer que pareciera un suicidio, el hombre terminaría confesando el crimen, admitiendo que "sería mejor que ella no estuviera aquí", porque consideraba que la embarazada era "una vergüenza para su familia".
Además, añadió que se vio impulsado a hacerlo por el bienestar del bebé en camino, puesto que ella no sería una buena madre.
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Desde el principio, los familiares y conocidos se mostraron tristemente sorprendidos por el soricidio, ya que la joven, a quien describen como una mujer religiosa, manifestó siempre su emoción por traer esa nueva vida al mundo.
“Se necesita una parte de mí que no puedo recuperar, de mi hermana, mi hermano pequeño también (...) Nunca lo hubiera imaginado en una foto policial, en la cárcel”, expresó ante KDFW hace un par de años el hermano mayor de los involucrados, Diego Arévalo.
En el estado de Texas, donde sucedió el fatídico suceso, la pena de muerte es una sentencia aplicable, por lo cual, para evitar que esta fuera su sentencia, se declaró culpable en el tribunal por un cargo de homicidio grave, por lo cual le impusieron 4 décadas privado de la libertad.