Joe Biden y Donald Trump: así fue el segundo y último debate presidencial en Estados Unidos

Al finalizar el encuentro, tanto Melania Trump como Jill Biden subieron al escenario. Mientras que la primera dama se limitó a pararse junto a su esposo, la otra pareja se abrazó cálidamente. Un momento que las redes sociales no dejaron pasar por alto.

1 of 1

AFP

A la última pregunta sobre qué les dirían el día de su posesión a los estadounidenses que no votaron por ellos, mientras que el candidato republicano se dedicó a atacar a su oponente, el demócrata llamó a la unidad. “Voy a gobernar para ustedes, así no hayan votado por mí. Debemos volver a la decencia, al respeto a los demás”, explicó Biden.

El presidente Trump nuevamente acusó a su contendor de querer acabar con el fraccionamiento hidráulico. “Yo no me opondré al fracking”, le respondió el demócrata y aseguró que esta industria se necesita, pero se debe hacer una transición a las energías limpias.

Una vez más, el presidente defiende su decisión pues asegura que esto le iba a costar millones de dólares y empleos a Estados Unidos. Biden asegura que la actual administración ha eliminado leyes de protección al medio ambiente que la anterior administración había creado.

El presidente asegura que durante su administración “el aire y el agua han sido más limpios” y que en los últimos cuatro años la emisión de carbono ha sido la más baja en los últimos 35 años. Y añade que países como Rusia, China e India “son sucios”.

El presidente se defiende sobre los ataques en el sentido de que es prejuicioso, asegura que “es el menos racista en la sala” y acusa a Biden de haber llamado a este grupo racial ‘superdepredadores’”. “He trabajado por esta comunidad; Obama y Biden no lo hicieron, ni siquiera lo intentaron”, dice.

El candidato demócrata a la Presidencia aseguró que “dentro de 100 días voy a enviar al Congreso un proyecto de regularización a indocumentados, y los dreamers tendrán un camino a la ciudadanía”. Trump le responde que tuvo ocho años durante la pasada administración para hacerlo y no lo hizo.

Biden ataca a Trump sobre su política de inmigración que, según él, ha dejado a 500 niños separados de sus padres. “Los niños están solos y no tienen a donde ir y esto es terrible”, dice. El actual mandatario se defiende y asegura que él no ha separado a los niños y que ahora la frontera es más segura.

Trump se defiende de los ataques en el sentido de que quiere destruir este plan, lanzado durante el gobierno de Obama para proteger a los más vulnerables, señalando que “quiere mejorar el sistema de salud” y asegurando que Biden “quiere una medicina socialista”.

Ante su postura sobre Corea del Norte, el demócrata dice que se sentará con Pionyang una vez este país acceda a reducir su arsenal nuclear.

El presidente defendió su postura frente a Kim Jong-un (líder de Corea del Norte). “Tengo una muy buena relación con él; es un poco distinto, pero tenemos buena relación y por eso no hay guerra”. Y agregó que el gobierno de Obama-Biden trató de reunirse con él pero no lo logró.

Mientras que el jefe de Estado mantiene la postura de que Joe Biden y su hijo Hunter han hecho negocios indebidos y ganado una fortuna en Ucrania, el candidato demócrata lo acusa de hacer negocios por debajo de la mesa en China y por ello no quiere mostrar su declaración de renta.

El presidente de los EE. UU. se defiende del ataque de Biden en el sentido de que tiene cuentas secretas en China y recibió dinero de ese país acusando al demócrata de hacer dinero en Ucrania ilegalmente. Biden le responde: “No he tomado un centavo de ninguna fuente extranjera”.

Una vez finalizado el tema del coronavirus, el debate se centra en política exterior. El demócrata ataca a Trump señalando que “no entiendo porque este presidente no quiere enfrentarse a Putin”.

El presidente trató de evadir la pregunta sobre su reticencia a usar el tapabocas para luchar contra el coronavirus asegurando que fue el epidemiólogo jefe de Estados Unidos, Anthony Fauci, quien aseguró que “no se necesitaba”.

El candidato demócrata defiende cierres parciales y no totales pero asegura que centros educativos necesitan protegerse para poder abrir. “Las escuelas necesitan más ventilación y mejor infraestructura, pero él se niega a dar dinero”, dice Biden.

“Ni es mi culpa ni es la suya”, le dijo el presidente a Biden. Pero acusó a los demócratas de llamarlo xenófobo porque cerró los vuelos desde China para después acusarlo de no haberlo hecho antes.

El candidato demócrata en su primera intervención asume una postura que ha sido permanente y es que Trump no tenía un plan y actuó tarde. “Me encargaré de esto. Lo terminaré. Me aseguraré de que tengamos un plan”, dijo. También aseguró que China ha sido transparente y debería agradecérselo por esto.

La primera pregunta le corresponde al presidente de EE. UU., quien se defiende sobre su actuación ante la pandemia asegurando que cerró la economía más grande del planeta “para luchar contra esta enfermedad que vino de China”. Añadió que Estados Unidos tiene la tasa de mortalidad “más baja”.

La periodista de NBC News tomará la batuta dejada por Chris Wallace de FOX en el primer y caótico debate. Tendrá el reto de que el encuentro no caiga en ataques personales.

Tras un primer caótico debate, la Comisión de Debates Presidenciales planteó unas nuevas reglas de juego. La principal, que los micrófonos se podrán apagar durante algunos apartes del encuentro.

El debate de este jueves en Nashville (Tennessee) será el último cara a cara entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, antes de las elecciones del próximo 3 de noviembre.

Esta es la segunda vez que la Universidad de Belmont, en Nashville, un centro privado cristiano, acoge un debate presidencial después del celebrado en 2008 entre el demócrata Barack Obama y el republicano John McCaine.

La moderadora del debate será Kristen Welker, periodista del canal de televisión NBC News.