Elecciones parlamentarias en Venezuela, entre la tensión y supuesta presión a empleados públicos

Un panorama de tensión se vive en Venezuela a dos días de las elecciones parlamentarias, donde serán elegidos 277 diputados a la Asamblea Nacional. Analistas insisten en que el resultado está definido. El madurismo ganaría más de 200 curules, pues la oposición mayoritaria del país no participa de estas votaciones, denunciando que el régimen de Maduro ha comprado candidatos y amenaza a los electores para que sufraguen.En medio de este ambiente se registró una pelea callejera que involucró a Leandro Domínguez, uno de los candidatos que se hace llamar opositor, a quien ahora se le ve con escoltas y en una lujosa camioneta. El mismo diputado y ahora candidato dijo hace un año que no tenía lujos, cuando fue acusado de recibir dinero del gobierno para traicionar a Juan Guaidó.“Yo como diputado pido prestado, a veces paso hambre, paso necesidades, o me quedo en cuchitriles, en comparación con otros”, aseguró en 2019.Domínguez es candidato por el Partido Primero Venezuela, que utiliza los mismos colores de la tolda política de Henrique Capriles y Julio Borges de Primero Justicia.“Hoy Leandro Domínguez se viste de amarillo, para engañar al pueblo venezolano, para estafarlo el 6 de diciembre y hacerle creer que es oposición cuando es un socio de Nicolás Maduro”, señaló Marco Bozo, diputado opositor.El resultado está cantado, según analistas que aseguran que Maduro obtendrá más de 200 diputados mientras el resto de los candidatos podría obtener unas 70 curules.El reto será movilizar a la gente para que participe en medio de la crisis. Además, denuncian presión a empleados públicos con mensajes como este que circula de la ministra de cárceles y candidata, Iris Varela:“Eso va para toda la gente que trabaja en el ministerio penitenciario: él que no vote, que lo boten, porque no tiene sentido que nosotros arriesgamos lo que nos estamos jugando para el próximo domingo".Según analistas y otras encuestadoras, la intención de voto solo alcanza el 20 por ciento. Esto, debido al descontento por falta de luz, agua, electricidad e hiperinflación.