
El vuelo más largo del mundo sin escalas: supera los 15.000 km y dura más de 18 horas
Si le gusta viajar y disfruta hacerlo en avión, tomar este vuelo debe estar dentro de sus planes. Tenga en cuenta que la ruta inicia en Estados Unidos.

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¿Se imagina tomar un vuelo que dure casi un día? Esto puede ser negativo para aquellas personas que sienten miedo a estar dentro de un avión. Lo cierto es que se trata de una hazaña que desafía los límites de la resistencia humana y la ingeniería aeronáutica.
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Este vuelo, operado por Singapore Airlines, conecta la ciudad de Nueva York con Singapur, cubriendo una distancia impresionante de más de 15.000 kilómetros y un trayecto que se extiende por casi 19 horas.
El vuelo SQ23 de Singapore Airlines despega del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, en Nueva York, y aterriza en el Aeropuerto Changi, de Singapur. Los pasajeros se embarcan en un viaje que atraviesa múltiples zonas horarias y continentes, todo sin realizar una sola escala.
La experiencia de volar en el trayecto más largo del mundo es única. Singapore Airlines ha configurado su avión para garantizar el máximo confort durante el viaje. Todos los asientos son de clase business o primera clase, ofreciendo a los pasajeros la posibilidad de descansar, trabajar o disfrutar de entretenimiento de alta calidad con mayor privacidad y comodidad.
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La duración del vuelo, que puede alcanzar hasta 18 horas y 50 minutos, representa un desafío tanto para los pasajeros como para la tripulación. Para hacer frente a este reto, la aerolínea ha implementado servicios especiales, como menús diseñados para ayudar a los pasajeros a adaptarse al cambio de zonas horarias y reducir el jet lag.
Además, la cabina está equipada con un sistema de iluminación que cambia de tonalidad para simular el amanecer y el atardecer, ayudando así a regular el reloj biológico de los viajeros
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La ruta de Nueva York a Singapur no solo es notable por su duración, sino también por la tecnología que implica. El viaje suele realizarse en un Airbus A350-900, un modelo de eficiencia con un diseño que reduce el consumo de combustible y las emisiones de carbono.
Esto no solo mejora la sostenibilidad del vuelo, sino que también asegura una operación más silenciosa y suave, lo cual es esencial para el confort en un viaje tan prolongado.