Sudán es un polvorín, pues la guerra por el poder entre los militares y el grupo paramilitar FAR ha dejado al menos 512 muertos, más de 4.000 heridos y miles de desplazados. El futbolista colombiano Brayan Angulo, del equipo sudanés Al-Merrék, huyó junto a su esposa, Angie Calle. Desde Egipto, le contaron a Noticias Caracol los horrores que vivieron en los últimos días.
Noticias Caracol: ¿Cómo vivieron esos últimos días en Jartum?
Angie Calle: El primer día de la guerra a mí me cogió por sorpresa, me cogió sola en el apartamento porque ese día en la noche Brayan iba a jugar, él tenía un partido el sábado en la noche y él me escribe en horas de la tarde. Me dice: 'Amor, no vas a salir porque hay una protestas'. Uno piensa que es como en Colombia, nada grave, pero me encuentro que habían tomado el aeropuerto, con muertos, bombas, incendios.
Brayan Angulo: A las dos horas, eso eran misiles. Cuando yo me asomé por la ventana, lo primero que vi, cuando me levanté, estaban tratando de derribar un avión.
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N.C.: ¿Cómo deciden irse y se da esta salida?
B.A.: Ya al tercer día la tregua llega y dije 'si no salimos hoy, tendríamos que esperar a otra tregua que podría ir de una semana a quince días'. Cinco minutos más adelante, nos encontramos al aeropuerto que era como el centro de toda la guerra y ahí dije 'hasta aquí llegamos', porque salieron todos y nos arrodillaron, nos preguntaron qué que hacíamos. Afortunadamente, mi compañero iba con el uniforme del equipo.
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A.C.: Al llegar a la frontera, al salir de Sudán, nosotros pensábamos que ya había pasado lo peor, que ya estábamos tranquilos, pero cuando llegamos a la frontera fue horrible.
B.A.: Nosotros mantuvimos contacto siempre con ellos, de hecho fueron mensajes al de la Embajada (colombiana) en Egipto y al final nos sentimos solos. Al final nos sentimos por nuestra cuenta porque es imposible que la Embajada no tenga un contacto donde llamar para agilizar un proceso que no era nada, era simplemente pasar la frontera.
Los combates siguieron asolando Jartum y la región occidental de Darfur este viernes, a pesar de que el Ejército sudanés y los paramilitares prorrogaron una tregua que busca poner fin a un conflicto que dejó más de 500 muertos en dos semanas.
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