La masacre en Texas, donde Salvador Ramos mató a 19 niños y a 2 maestras de una escuela , pone el dedo en la llaga sobre el acceso, porte y tenencia de armas en los Estados Unidos , un tema del que muchos hablan cuando hay tiroteos, pero que en el día a día no pasa de una crítica.
El mundo no es ajeno a esta problemática, así como tampoco lo fue Steve Kerr, entrenador de los Warriors, equipo que está en plenas finales de la NBA. Previo a uno de los encuentros contra los Mavericks el director técnico estalló por la grave situación.
Cuando todos creyeron que iba a hablar de sus tácticas de campo señaló: “No hablaré de baloncesto, nada ha cambiado con nuestro equipo en las últimas seis horas, vamos a iniciar de la misma manera. Nada de eso importa ahorita cuando van 18 niños y una maestra fallecidos a 300 millas de distancia de aquí".
El duro pronunciamiento fue más allá y Kerr atacó con toda a los encargados de permitir que Estados Unidos tenga más armas que habitantes y que las mismas sean más asequibles, en términos económicos, que el último IPhone.
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“Estoy cansado de sentarme aquí y ofrecer mis condolencias ante estas tragedias que ocurren para las familias que sufren. Lo siento pero estoy harto, ya es suficiente (...) Hay 50 senadores que en este momento se rehusan a legislar”, dijo entre golpes a la mesa y expresiones de desazón, como las lágrimas que se asomaron alrededor de sus ojos.
Steve Kerr on today's tragic shooting in Uvalde, Texas. pic.twitter.com/lsJ8RzPcmC
— Golden State Warriors (@warriors) May 24, 2022
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Esta intervención ha sido vista 34 millones de veces en Twitter y ampliamente aplaudida por la solidaridad.
“Saldremos a jugar baloncesto mientras 50 senadores nos tienen como rehenes ante posibles reformas de armas. Es patético. He tenido suficiente”, dijo al finalizar la conferencia de prensa, de la cual se retiró sin más.