El país que permite tomar una siesta en el trabajo: dicen que es bueno para la salud

La necesidad de dormir una siesta depende de cada persona y de diversos factores, como la edad, la genética, los hábitos de sueño y el estilo de vida. De hecho, en algunos países la siesta se considera una costumbre poco profesional, incluso un indicio de falta de compromiso.

Sin embargo, en otras culturas, como la japonesa, la siesta no solo está bien vista, sino que se considera un signo de dedicación y esfuerzo.

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¿Por qué los japoneses pueden dormir hasta en el trabajo?

En Japón, la siesta se conoce como "inemuri", que literalmente significa "presente mientras duerme". Esta práctica es tan común que incluso se ha convertido en un indicador del estatus social. Los empleados de mayor rango suelen tener más libertad para tomar una siesta, ya que se considera que su experiencia y conocimiento les permiten ser más eficientes incluso después de un breve descanso.

¿Por qué la siesta es tan valorada en Japón? La respuesta se encuentra en la cultura del trabajo de este país, donde la dedicación y el esfuerzo son altamente valorados.

Dormir una siesta durante el día se ve como una señal de que el empleado está tan comprometido con su trabajo que incluso está dispuesto a sacrificar su descanso.

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Pero más allá de su significado cultural, la siesta también tiene beneficios comprobados para la salud y la productividad.

Beneficios de la siesta

• Mejora la alerta y el rendimiento cognitivo: un estudio de la Universidad de Berkeley asegura que las personas que logran tomarse un tiempo para la siesta rinden más y podrían aumentar un 10% su capacidad de aprendizaje. 
• Reduce la tensión arterial: un estudio del Allegheny College de Pennylvania comprobó que quienes duermen una siesta diaria entre 45 minutos a 1 hora pueden disminuir su presión arterial y su ritmo cardiaco. 
• Mejora la salud cardiovascular: la siesta ayuda a disminuir el estrés y, por lo tanto, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Un estudio publicado en la revista "Heart" encontró que una siesta diaria de 30 minutos puede reducir el riesgo de sufrir un infarto en un 37%. 
• Mejora el estado de ánimo: la siesta puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y a reducir el estrés. Un estudio de la Universidad de Berkeley encontró que las personas que dormían una siesta de 60 minutos se sentían más felices y relajadas que las que no lo hacían.