Consternación ha causado en Texas,Estados Unidos, el caso de un anestesiólogo apodado por las autoridades como “médico terrorista”. Fue capturado por presuntamente envenenar a 11 pacientes y causar la muerte de una colega.
Raynaldo Rivera Ortiz Jr., de 59 años y de origen hispano, manipulaba las bolsas intravenosas de los enfermos inyectando agentes bloqueadores de nervios y otras drogas, según las investigaciones.
Su arresto ocurrió el pasado 15 de septiembre luego de que la junta médica de Texas le retirara la licencia tras encontrar que una serie de casos de pacientes sanos que sufrieron complicaciones extrañas y posiblemente mortales en cirugías de rutina, entre mayo y agosto, informó Fox News. Ninguno estaba bajo su cuidado.
“La práctica continua del demandado representa una amenaza continua para el bienestar público”, anotó la junta.
Publicidad
Videos de seguridad
Su comportamiento quedó evidenciado en inquietantes videos de seguridad del hospital Baylor Scott & White Surgicare, en el norte de Dallas. En las grabaciones se le ve actuar de forma extraña al manipular las bolsas intravenosas. Algunos de los pacientes sufrieron complicaciones cardiacas por las acciones de Rivera Ortiz, dicen autoridades.
Los fiscales federales aseguraron que usó drogas para detener el corazón y convertir las bolsas intravenosas en "bombas venenosas que explotaron en pacientes desprevenidos", indicó el medio estadounidense.
Publicidad
Muerte de colega
El pasado 21 de junio la anestesióloga Melanie Kasper, de 55 años, sufrió un infarto. Ocurrió luego de haberse llevado una bolsa de suero a su casa para hidratarse, ya que se encontraba enferma.
Sin embargo, su fallecimiento generó muchas inquietudes y la autopsia reveló que había sido envenenada con bupivacaína, un anestésico que bloquea los nervios y se usa en cirugía, pero no se suministra vía intravenosa. Todo a punta a su colega Raynaldo Rivera Ortiz Jr.
El hombre se encuentra detenido sin derecho a fianza. El juez explicó que de ser liberado podría tener un comportamiento violento contra los involucrados en la investigación. De ser hallado culpable, el médico recibiría cadena perpetua o incluso la pena de muerte.