El lugar del mundo donde está prohibido morir: está ubicado en Europa

En el corazón del Ártico, donde las temperaturas descienden a niveles inimaginables y la naturaleza dicta sus propias reglas, se encuentra Longyearbyen, una ciudad que desafía la concepción misma de la vida y la muerte. Esta localidad, perteneciente al archipiélago de Svalbard y situada entre el Polo Norte y Noruega, es conocida por una ley peculiar: está prohibido morir allí.

Longyearbyen, con una población aproximada de 2.300 habitantes, es la capital del archipiélago de Svalbard. Se trata del asentamiento humano más septentrional del planeta, un lugar donde el Sol no se pone durante meses y la oscuridad reina en invierno.

Pero más allá de su belleza austera y su fauna única, Longyearbyen es famosa por la normativa que prohíbe a sus residentes morir en dicho lugar.

¿Por qué no se puede morir en Svalbard?

La ley que prohíbe morir en Longyearbyen se remonta a 1950, cuando se descubrió que los cuerpos enterrados en el cementerio local no se descomponían debido al permafrost, una capa de suelo permanentemente congelado.

Este fenómeno natural, que preserva los restos humanos casi intactos, planteó un riesgo sanitario significativo. Se trata de la posible propagación de enfermedades a través de virus que podrían sobrevivir en los cuerpos congelados.

Los habitantes de Longyearbyen viven con la conciencia de que, si su salud se deteriora gravemente, serán trasladados al continente para recibir atención médica. En caso de fallecimiento, los cuerpos son enviados fuera del archipiélago para su entierro o cremación.

La decisión de prohibir los entierros en Longyearbyen no fue arbitraria. En 1998, científicos exhumaron cuerpos de marineros enterrados en el pueblo y encontraron cepas de la gripe española, una pandemia que asoló el mundo a principios del siglo XX. Este hallazgo confirmó los temores sobre los riesgos de mantener cuerpos en el permafrost y reforzó la necesidad de la ley.

A pesar de su legislación mortuoria, Longyearbyen es una ciudad vibrante, con una comunidad internacional y una economía basada en el turismo, la investigación y la minería. Los visitantes son atraídos por su paisaje único, la posibilidad de ver auroras boreales y la oportunidad de experimentar la vida en uno de los lugares más extremos de la Tierra.

¿Qué idioma se habla en Svalbard?

El idioma oficial de Svalbard es el noruego. Sin embargo, debido a la presencia de una comunidad internacional y asentamientos rusos, el inglés y el ruso también son comúnmente hablados en la región.