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Un drama vive una familia colombiana que hizo parte del grupo de ciudadanos deportados de Estados Unidos hace unas semanas, en medio de las duras medidas emitidas por el gobierno del presidente Donald Trump. Se trata de una familia antioqueña integrada por dos abuelos y un nieto, quienes habían intentado llegar al país norteamericano para radicarse en busca de una mejor vida.
Sin embargo, lo que inició como un proyecto de esperanza terminó en una pesadilla. Cuando fueron deportados de Estados Unidos no llegaron completos, pues el nieto, un menor de cinco años de edad, tuvo que quedarse en ese país por decisión de las autoridades migratorias, las cuales consideraron que no había documentación suficiente para comprobar que su custodia estaba en manos de su abuela.
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La familia, entre tanto, asegura que la custodia legal del menor la tiene su abuela y que viajaron con el documento que así lo demuestra. Sin embargo, dicen, para las autoridades estadounidenses no resultó válido y les notificaron que solo se lo entregarían a la madre biológica. Así las cosas, la pareja de abuelos regresó al país en uno de los vuelos de repatriados sin su nieto.
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"Yo en ningún momento lo abandoné. Simplemente nos separaron. Ayer me dijo: 'abuela, ¿cuándo nos vamos a encontrar? ¿Cuándo vuelves por mí? Yo quiero estar contigo, vuelva por mí, abuela'. Yo nunca lo he abandonado", dijo, en entrevista con Noticias Caracol, la abuela del menor, quien se encuentra consternada por lo ocurrido y pide que les devuelvan a su nieto o que, si es el caso, les permitan ingresar de nuevo a Estados Unidos para regresar con él.
La mujer asegura que en Estados Unidos "un niño que no entre con su mamá biológica es un huérfano". "Yo tenía mi documentación de la custodia que me dieron en Medellín, pero de nada les sirvió", agrega.
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Esta familia antioqueña viajó desde Bogotá hacia la ciudad de Cancún, en México, el pasado 22 de enero. Una vez allí, viajaron a Ciudad de México, la capital, y por último un tercer vuelo hacia Tijuana, en el norte del país. Su plan, como el de mucho colombianos que deciden migrar en condiciones no legales y exponiéndose a distintos peligros, consistía en llegar a Estados Unidos a través de la frontera con México y radicarse allí. Pero su travesía concluyó en el estado de Arizona, donde fueron deportados y, posteriormente, separados.
El menor de cinco años fue trasladado a un hogar de paso, que son espacios seguros de acogimiento temporal desde donde se brinda un cuidado especializado e integral a niñas, niños y adolescentes migrantes y refugiados que se encuentran no acompañados y/o separados o a niñas, niños y adolescentes migrantes, refugiados o de las comunidades de acogida que son sobrevivientes de violencia, abuso, explotación y/o negligencia.
"Nos esposaron 12 horas. Cuando nos trasladaron en un avión de las fuerzas aéreas de allá (Estados Unidos), eso es una cosa impresionante", cuenta la abuela del menor.
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Por su parte, el abuelo del menor aseguro que una vez quedaron en manos del Gobierno colombiano y los trasladaron en un avión de la Fuerza Aérea sí hubo acompañamiento. "Nos prometieron muchas cosas, pero hasta ahora no lo hemos visto", afirma el hombre, quien agrega que están adelantando una solicitud de asilo político.
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Al tratarse de un menor que no está en un proceso de restablecimiento de derechos, y si bien la Cancillería está al tanto del caso, le corresponde al ICBF asumirlo a través de su departamento de asuntos internacionales y dialogar con el Gobierno de Estados Unidos para lograr que el menor pueda regresar a Colombia con su familia.
Adriana Velásquez, subdirectora general del ICBF, asegura que esa entidad ya activó "todos los procesos consulares necesarios para el retorno del niño a territorio colombiano". Habla puntualmente de "gestiones con el consulado de Los Ángeles.
En los vuelos de repatriados de las últimas semanas un total de 52 menores de edad retornaron al país. Es preciso aclarar que para el caso de los menores no se aplica el término "deportado" por tratarse de una cuestión legal.
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El Gobierno del presidente Donald Trump, entre tanto, empezó esta semana a suspender los fondos federales que ayudan a los menores no acompañados, según una de las organizaciones que presta servicios de representación legal a migrantes, Acacia Center for Justice, que proporciona servicios legales a más de 26.000 niños, y que denunció haber recibido una notificación del Departamento de Interior ordenando suspender "de inmediato" su programa para menores no acompañados.
"Esta decisión va en contra de garantizar que los niños que han sido víctimas de trata, o están en riesgo de serlo, tengan representantes legales que protejan sus derechos e intereses", escribió la directora ejecutiva del Acacia Center, Shaina Aber, en un comunicado.
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Los menores de edad que entran a Estados Unidos sin compañía de un adulto pasan a la custodia de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), con la que trabaja la organización y que forma parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos. El Gobierno de Estados Unidos no está obligado a proporcionar representación legal a las personas que se enfrentan a un proceso judicial migratorio y los migrantes que no encuentran o no tienen recursos para contratar un abogado dependen de los servicios legales de ONG como Acacia.
En el año fiscal 2024, la ORR recibió los casos de 98.356 menores, según datos publicados por el Gobierno.