Ecuador cerró fronteras terrestres durante segunda vuelta de elecciones presidenciales
Al igual que en la primera vuelta, Noboa emitió este viernes un decreto en el que ordenó "la limitación de ingreso al territorio nacional de toda persona extranjera. ¿Hasta cuándo aplica la medida?
Las elecciones a la presidencia serán el próximo domingo -
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa,
volvió a cerrar las fronteras terrestres de Ecuador para impedir el ingreso de extranjeros durante la celebración de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, como medida de seguridad para reducir el riesgo de posibles atentados de bandas criminales durante los comicios.
Al igual que en la primera vuelta, Noboa emitió este viernes un decreto en el que ordenó "la limitación de ingreso al territorio nacional de toda persona extranjera desde las 16:00 del viernes 11 de abril de 2025 hasta las 23:59 del lunes 14 de abril de 2025".
Así, desde la tarde de este viernes se establecieron controles de las fuerzas de seguridad de Ecuador en los principales pasos fronterizos de Ecuador con Colombia y Perú, donde se controlará el ingreso de personas al país hasta que finalice el plazo de la medida.
Según el decreto, se busca "precautelar la seguridad de la población nacional, el orden constituido, la soberanía e integridad del Estado; así como el desarrollo de la segunda vuelta" que enfrenta a Noboa con lacandidata correísta Luisa González.
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"Dentro de la zona fronteriza se han identificado actividades ilícitas y una ola de violencia en diversos sectores, por lo que es necesario que el Gobierno implemente medidas para garantizar la seguridad pública de la población", añade el documento.
El decreto también contempla el despliegue de las Fuerzas Armadas en los principales puertos del país con el objetivo de asegurar el funcionamiento normal de estos lugares.
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Más de 13,7 millones de ecuatorianos están convocados el domingo a las urnas para decidir si reeligen a Noboa para un mandato completo (2025-2029) o si devuelven el poder al correísmo tras ocho años como oposición, lo que convertiría a González en la primera mujer de la historia de Ecuador en ganar unas presidenciales.
Noboa y González en medio de sus campañas electorales -
AFP
Ecuador celebra estas elecciones bajo el estado de "conflicto armado interno", declarado por Noboa a inicios del año pasado para tratar de contrarrestar la escalada de violencia criminal que situó al país andino a la cabeza del índice de homicidios en Latinoamérica, algo que se ha recrudecido en el inicio de 2025, en el que se registra un promedio de un asesinato por hora.
Últimos discursos de Noboa y González a horas de las votaciones
El actual presidente de Ecuador y su rival izquierdista hicieron su discurso final a los votantes antes de las reñidas elecciones del domingo, con el empleo, el crimen y un llamado a las mujeres votantes dominando los argumentos de cierre de la campaña.
En la segunda vuelta, demasiado reñida para predecir el resultado, participan Daniel Noboa, de 37 años, y su rival Luisa González, de 47 años, que aspira a convertirse en la primera mujer presidente del país.
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El viernes, las campañas entraron en un período de silencio, estaba en vigor una estricta prohibición de bebidas alcohólicas y el gobierno limitó el número de extranjeros que entraban al país, aparentemente para prevenir interrupciones.
Cerca de 14 millones de ecuatorianos deben decidir quién gobernará su nación plagada de violencia durante los próximos cuatro años. "No hay trabajo y la inseguridad va en aumento", dijo Adela, una madre de 29 años que no quiso dar su nombre completo.
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"Siempre hacen promesas, pero cuando son elegidos, nunca las cumplen."
Una victoria de Noboa probablemente implicaría más políticas de "mano dura" que han tenido un éxito desigual en el intento de sofocar la violencia impulsada por el ultralucrativo tráfico de drogas.
Ecuador sufrió un asesinato por hora en enero y febrero, el comienzo de año más sangriento registrado.
Noboa quiere ver tropas estadounidenses desplegadas en Ecuador para enfrentar a una plétora de cárteles que luchan por controlar el flujo de cocaína desde Colombia y Perú, a través de los puertos ecuatorianos hacia Asia, América y Europa.
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Si González gana, señalaría un giro brusco hacia la izquierda y un probable enfriamiento de las relaciones de Ecuador con Estados Unidos y su presidente, Donald Trump.
González es un estrecho aliado del expresidente Rafael Correa, a quien le encantaba lanzar críticas a Washington durante su década en el cargo.
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Actualmente vive exiliado en Bélgica, evitando una condena por corrupción que, según él, tiene motivaciones políticas. Sigue siendo una figura profundamente polarizadora en su país natal. Los ecuatorianos parecen igualmente divididos sobre qué camino político quieren elegir ahora.
En la primera ronda de votación de febrero, menos de un punto porcentual, o 17.000 votos, separaron a Noboa y González. El domingo, con más de una docena de candidatos no postulados fuera de las papeletas, cientos de miles de votos están en juego.
Violencia, pobreza, desempleo
González ha conseguido el respaldo del poderoso líder indígena Leónidas Iza, quien obtuvo medio millón de votos en la primera vuelta. Pero no está claro si sus votantes se mantendrán unidos.
Las encuestas ecuatorianas, que en el pasado han demostrado ser poco confiables, muestran la segunda vuelta como un empate virtual.
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Ambos candidatos realizaron el jueves actos finales de campaña en Guayaquil, la ciudad más grande del país, capital económica y epicentro de la violencia del narcotráfico.
Los dos candidatos irán a segunda vuelta este domingo -
AFP
González hizo una jugada de último momento para atraer a las mujeres votantes, proponiendo préstamos de bajo interés de hasta 40.000 dólares para madres solteras como ella.
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Durante el tiempo de Noboa en el poder, dijo, "la violencia, la pobreza y el desempleo nos han golpeado más fuerte a las mujeres".
A pesar de ocupar la presidencia y provenir de una de las familias más ricas del país, Noboa se presentó como un outsider y el candidato del cambio.
"El país no merece ser maltratado por los mismos políticos de siempre", dijo, apuntando a los vínculos de su rival con el expresidente Correa.
Algunos analistas temen que un resultado ajustado pueda generar acusaciones de fraude y conducir a un gobierno con un mandato débil.