Ninguno de los ocho aspirantes a ser el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos logró este miércoles, 23 de agosto, destacar por encima de los demás, una situación que ha convertido al ausente Donald Trump
en el verdadero ganador de la noche, según analistas.
Los expertos políticos y las editoriales de medios de comunicación muestran este jueves opiniones dispares sobre la actuación de los ocho candidatos que decidieron participar en el debate que se celebró en la ciudad de Milwaukee (Wisconsin) y al que Donald Trump no quiso acudir por considerar que no lo necesitaba.
¿Quién lo hizo mejor, quién ganó? Las opiniones son diversas, pero en el aire quedan varias conclusiones: el debate sirvió de poco, pues no va a alterar un ápice la carrera republicana hacia la Casa Blanca y sí hubo un ganador absoluto esa noche: Donald Trump.
"Creo que lo importante no es qué pasa en el debate, sino que lo importante (para el Partido Republicano) va a ser qué pasa con Donald Trump", cuenta a EFE William Dunlap, profesor de leyes de la Quinnipiac University School of Law.
En su opinión, la persona que probablemente atrajo más atención haciéndolo mejor que el resto fue la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley. "Fue realmente al fondo de muchas cuestiones. No creo que esto la ayude en las primarias republicanas, pero sí ayudará seguramente a su imagen a nivel nacional", apunta.
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El experto señala también que "esperaba más de DeSantis", quien tenía el reto de mantenerse como el rival más destacado de Trump, al ser el segundo favorito en las encuestas. "No sé si es una táctica o si demuestra que no es tan bueno debatiendo como parecía hace unos meses", afirma.
Para el profesor de la Universidad George Washington Michael Cornfield, Nikki Haley tuvo también el mejor desempeño, debido a que "sus respuestas combinaron agendas políticas sustantivas con una defensa apasionada de sus posiciones".
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El exvicepresidente Mike Pence y DeSantis también obtuvieron buenos resultados, a su juicio, mientras que el multimillonario Vivek Ramaswamy, el más joven del los ocho y el único sin experiencia política, "fue demasiado agresivo". "Recibió grandes aplausos, pero creo que su burbuja estalló esta noche", dijo a EFE.
Sin embargo, según una encuesta elaborada por J.L. Partners para DailyMail con la opinión de medio millar de republicanos que vieron el debate, Ramaswamy ganó para el 28 % de los encuestados, seguido de Ron DeSantis con el 27 %.
Tras el debate, señala Cornfield, "la atención vuelve a centrarse en Trump", que este jueves se entregará en una prisión de Georgia para ser entregado por uno de los cuatro casos penales por los que está imputado. "Esta nominación sigue siendo suya", considera.
Aaron Kall, experto en Ciencias Políticas de la Universidad de Michigan, cree como los otros que Haley fue una de las que mejor lo hizo, pero también señala como ganador a DeSantis.
DeSantis "llegó a la velada con el trabajo más duro y las mayores expectativas. Él era el favorito en un escenario sin Trump. Su campaña ha estado plagada de numerosos traspiés y errores y creo que en el debate mitigó parte del daño", explica.
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En general, opina Kall, "los ocho candidatos se beneficiaron de la ausencia de Trump", que solo fue mencionado en una de las preguntas de la noche, cuyas respuestas duraron quince minutos.
Pero para la mayoría de los editoriales de la prensa estadounidense la ausencia de Donald Trump del escenario del debate "significó poco", apunta, por ejemplo, un artículo de opinión del portal Vox.
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"A pesar de algunos momentos de conflicto y claridad entre los ocho aspirantes presidenciales republicanos en el escenario, ningún candidato surgió como una alternativa clara", destaca.
Otro artículo de opinión publicado en el Washington Post señala que la noche "difícilmente podría haber resultado mejor para el favorito ausente".
"El riesgo para Trump de no presentarse era que no pudiera defenderse. Y no tuvo que hacerlo", apunta el texto, en referencia a las pocas críticas que recibió, pues todos menos dos -Chris Christie y Asa Hutchinson- dejaron claro que apoyarían al expresidente si es condenado por alguno de los crímenes que se le imputan.
En el Partido Demócrata también ven claro quién triunfó: nadie. En opinión de la vicepresidenta Kamala Harris "nadie en el escenario ganó el debate" y "el pueblo estadounidense escuchó cuánto puede perder con una agenda extremista", apuntó este jueves en un comunicado.
"Uno por uno, cada candidato republicano extremista expuso una visión de un Estados Unidos que es menos justo, menos libre y menos seguro", afirmó la vicepresidenta, que presumiblemente volverá a acompañar al presidente, Joe Biden, en la papeleta electoral demócrata para la reelección.