El papa Francisco denunció la "locura de la guerra" en un "mundo violento y herido", durante su homilía por un Domingo de Ramos, que supuso el regreso de miles de fieles con sus palmas a la plaza de San Pedro tras la pandemia.
El pontífice lamentó el uso de la violencia al recordar el martirio de Jesús de Nazaret: "Cuando se usa la violencia ya no se sabe nada de Dios, que es Padre, ni tampoco de los demás, que son hermanos", advirtió.
"Se nos olvida porqué estamos en el mundo y llegamos a cometer crueldades absurdas. Lo vemos en la locura de la guerra, donde se vuelve a crucificar a Cristo", denunció.
Y continuó: "Es crucificado en los refugiados que huyen de las bombas con los niños en brazos. Es crucificado en los ancianos que son abandonados a la muerte, en los jóvenes privados de futuro, en los soldados enviados a matar a sus hermanos".
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Además, el papa Francisco reclamó una "tregua pascual" para la paz en Ucrania que termine "la locura de la guerra". "Nada es imposible para Dios, incluso hacer cesar una guerra de la que no se ve el final", dijo al término de la misa de Domingo de Ramos, que abre la Semana Santa.
Francisco pidió que se depongan las armas y se llegue a "una tregua pascual" pero no para rearmarse, sino para "lograr la paz con una verdadera negociación, dispuestos también a algún sacrificio por el bien de la gente".
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"¿Qué victoria sería plantar una bandera sobre un montón de ruinas", inquirió.