Las instalaciones de la acería de Azovstal, en la sitiada ciudad de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, ha sufrido un total de 35 ataques aéreos del Ejército ruso en las últimas 24 horas, según fuentes de los militares que resisten en ella, citados por la agencia Ukrinform. El medio local indicó que en un mensaje en su cuenta de Telegram, el denominado Regimiento Azov, que forma parte del Ejército y defiende estas instalaciones siderúrgicas, indicó que la ofensiva de las fuerzas rusas que rodean las instalaciones ha provocado un incendio en la planta.
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Según las autoridades ucranianas, en el complejo de Azovstal y en sus túneles aún resisten unos quinientos soldados del citado batallón y un millar de civiles en condiciones infrahumanas.
El batallón, cuyo mensaje no pudo ser verificado por una fuente independiente, reproduce fotografías y un video en el que se muestran las difíciles condiciones que atraviesan los civiles allí refugiados, algunos de los cuales han resultado heridos en los últimos bombardeos.
En las imágenes puede verse a una anciana que parece herida, con la cabeza vendada y que es asistida por uno de los soldados, mientras que las fotografías muestran los destrozos en las instalaciones que han causado los ataques.
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“La planta de Azovstal, donde se encuentran los defensores de Mariúpol y donde los civiles se esconden en los sótanos de los bombardeos, está bajo fuego enemigo", aseguró el regimiento de Azov.
Agregó que en "las últimas 24 horas sufrieron 35 ataques aéreos, durante los cuales se incendió una de las zonas de la planta”.
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También subrayan que algunos civiles han resultado heridos, aunque no concretan el número, y que varios de los refugiados han quedado atrapados bajo los escombros.
"Los soldados del Regimiento Azov están brindando primeros auxilios y haciendo todo lo posible por sacar a los civiles de entre los escombros", señalaron.
Mariúpol, ciudad costera del Mar de Azov, sufre el asedio ruso desde que el Kremlin ordenó la invasión del país vecino el pasado 24 de febrero.
La urbe, que inicialmente contaba con una población de casi medio millón de habitantes, ha sido prácticamente arrasada por los ataques rusos, cuyas tropas aseguran que ya han logrado el control de toda la ciudad, a excepción de la planta siderúrgica de Azovstal.
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Las autoridades ucranianas aseguran que aún permanecen entre las ruinas de la ciudad unos 120.000 habitantes sin agua, electricidad y productos básicos y denuncian que Moscú ha bloqueado los intentos de llevar ayuda humanitaria a la zona.
El gobierno del presidente Vladimir Putin ha dado hasta tres ultimátum a los soldados que resisten en la acería, que no se han cumplido, y este lunes anunció un alto el fuego para permitir la evacuación de civiles que, según Kiev, tampoco ha dado resultado.
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Cese el fuego en Ucrania, pide la ONU
El jefe de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirmó que "lo que nos interesa mucho es encontrar los medios para crear las condiciones para un diálogo eficaz, crear las condiciones para un alto el fuego lo antes posible".
Aunque la situación en Ucrania sea "compleja, con interpretaciones diferentes de lo que allí ocurre", es posible mantener un "diálogo serio sobre cómo actuar para minimizar el sufrimiento de la gente", añadió.
Guterres habló antes de su encuentro con el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, y espera ser recibido por el presidente Vladimir Putin. Se trata del primer viaje del jefe de la ONU a Moscú desde que comenzó la ofensiva militar rusa contra Ucrania, el 24 de febrero.
Luego tiene previsto visitar Kiev, donde su decisión de viajar a Rusia
en primer lugar fue fuertemente criticada. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que no veía "ninguna justicia ni ninguna lógica en ese orden".