La diputada federal de Brasil y pastora, Flordelis dos Santos de Souza, acusada de ordenar a sus hijos el asesinato de su marido, celebró su cumpleaños 60 en un pomposo culto en la congregación que dirige.
La congresista hizo de su aniversario una fiesta que empezó el viernes pasado con algunos de sus 55 hijos, 51 de ellos adoptados, y culminó con un acto organizado por el Ministerio Ciudad del Fuego, la Iglesia evangélica que fundó.
El acto ecuménico se encargó de promoverlo ella misma entre los cientos de miles de seguidores que tiene en sus redes sociales.
"Aniversario de nuestra pastora Flordelis. Culto ofrecido a Dios por sus intercesores", rezaba el cartel publicado en su cuenta de Instagram, con un visual más propio de una estrella de la música, que de una parlamentaria o una líder religiosa.
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Flordelis, elegida diputada federal en las elecciones de 2018 y aún con su mandato en vigor, pese a las sospechas en su contra, compareció en la sede de su congregación, en São Gonçalo, región metropolitana de Río de Janeiro, con el objetivo de "adorar a Jesús".
"¡Quiero adorar a Jesús!", repitió la congresista en el estrado, donde unos metros más adelante había unas letras grandes en blanco en las que se podía leer "parabéns", que significa "felicidades" en portugués.
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Para quien no pudiera asistir, el evento, que contó hasta con una banda de música, fue retransmitido por las redes sociales.
A la congresista le acompañaron otros cantores de góspel con los que compartió escenario, amigos, algún medio de comunicación y seguidores de su culto.
"Yo quiero declarar que mi Jesús, tú Jesús, es fiel", dijo micrófono en mano antes de ponerse a cantar su recital. Flordelis tiene una decena de discos en el mercado.
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Desde que empezó a estrecharse el cerco de las investigaciones por el asesinato de su marido, la diputada lleva una tobillera electrónica que permite a la Policía vigilar sus movimientos.
Las autoridades brasileñas sospechan que Flordelis fue la autora intelectual del asesinato de su esposo, Anderson do Carmo, también pastor evangélico, después de que recibiera más de 30 disparos en junio de 2019, en la puerta de su casa.
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Según ella, fue una tentativa de asalto. El suceso tomó matices telenovelescos, cuando pocos días después se ordenó el arresto de dos de los hijos de la diputada. Uno acusado de efectuar los disparos y el otro de comprar el arma del crimen.
A medida que avanzan las investigaciones, la Policía empieza a encontrar inconsistencias en los testimonios y sospecha que el móvil del asesinato se debe a cuestiones financieras y de poder dentro del núcleo familiar.
En agosto del año pasado fueron detenidos otros cinco hijos y una nieta.
Flordelis no fue arrestada porque goza de fuero privilegiado por su condición de diputada federal, aunque fue imputada por homicidio triplemente calificado, asociación delictiva, falsedad ideológica y falsedad documental.
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También por intento de homicidio, pues, según la Policía, había intentó envenenar a su marido antes de su fatal desenlace.
Por otro lado, un testigo del caso, que vivió con la familia durante cinco años en la década de los noventa, aseguró a la Policía que en ese periodo tuvo la sensación de formar parte de una secta, pues celebraban rituales con sangre y desnudos dentro de la casa.
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Aunque ya hay varios pedidos registrados para su destitución, la Cámara de Diputados aún no la ha despojado de su mandato, pues ni siquiera se ha instalado la comisión que analizará el asunto, debido a la pandemia del COVID-19.
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