Un hombre acusado de descuartizar a su hijastro con ayuda de sus tres hijos fue enviado a prisión preventiva a una cárcel de máxima seguridad en el Altiplano boliviano.
En una audiencia cautelar en La Paz se determinó "la detención preventiva en el centro penitenciario de Chonchocoro para el autor por el plazo de seis meses a efectos de continuar con las investigaciones", dijo a los medios la fiscal Dubravka Jordán.
El hombre, identificado con las iniciales M.V.L., fue presentado más temprano a los medios por el comandante general de la Policía Boliviana, Jhonny Aguilera.
El jefe policial explicó que la víctima era un joven de 23 años, hijastro del investigado, que fue reportado como desaparecido en septiembre pasado.
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Según Aguilera, el detenido mató a su hijastro con "dos golpes de martillo" en la cabeza y luego lo descuartizó con la "cooperación de tres de sus hijos de 16, 14 y 12 años".
Algunos restos de la víctima fueron llevados por el sujeto y los menores a un río cercano a su domicilio en la zona de Llojeta, en la parte oeste de la ciudad, mientras que otras partes fueron "semienterradas" en la vivienda.
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La Policía llegó en la víspera al domicilio de esta familia, donde con ayuda de canes entrenados se pudo hallar en el lugar otros restos del joven, cuyo brazo ya había sido encontrado en septiembre de 2020 cerca de la vivienda.
El caso pudo avanzar por la denuncia de una menor que permitió establecer "que el ahora imputado habría procedido a matar al hijastro dándole golpes en la cabeza" para posteriormente descuartizarlo, indicó la fiscal.
El hombre, que confesó el delito, manifestó a los investigadores que actuó de esa forma porque "se encontraba ya cansado por la actitud que la víctima adoptaba en relación a los hijos menores", quienes indicaron que eran "abusados" físicamente por el joven, señaló Jordán.
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