El cadáver de un delfín bebé yace en el banco de arena que quedó expuesto por la retirada de las aguas en un lago amazónico, en Brasil, que se ha estado secando durante la peor sequía registrada, lo que ha contribuido a que se afecte el hábitat de miles de delfines en la región.
Los investigadores recuperaron el animal muerto el jueves (19 de septiembre) y midieron las temperaturas del agua que han ido aumentando a medida que baja el nivel del lago. En la sequía del año pasado, más de 200 de los delfines de agua dulce en peligro de extinción murieron en el lago Tefe debido a las temperaturas excesivas del agua.
Los humanos cada vez están más cerca de estas especies de delfines
"Hemos encontrado varios animales muertos. La semana pasada encontramos uno por día en promedio", dijo Miriam Marmontel, directora del proyecto de delfines en el Instituto de Desarrollo Sostenible de Mamiraua.
"Todavía no estamos asociando las muertes con cambios en las temperaturas del agua, sino con la exacerbación de la proximidad entre las poblaciones humanas, principalmente pescadores, y los animales", dijo.
Publicidad
Con los brazos de los principales ríos de la cuenca del Amazonas secándose en la sequía crítica de este año, el lago conectado al río Solimoes se ha encogido, dejando menos espacio para los delfines en su hábitat favorito.
El canal principal del lago tiene dos metros de profundidad y unos 100 metros de ancho, y es utilizado por todo el tráfico de embarcaciones, desde canoas hasta transbordadores pesados, explicó Marmontel. Dos delfines murieron recientemente cuando los barcos los chocaron.
Publicidad
Y no son sólo las raras especies de delfines las que están sufriendo. Las comunidades ribereñas de todo el Amazonas están varadas por la falta de transporte en aguas demasiado poco profundas para los barcos, y sus casas flotantes ahora están en tierra firme.
Incluso las casas construidas sobre pilotes sobre el agua ahora están altas y secas a cierta distancia de la orilla del río.
Francisco Álvaro Santos, residente del lago Tefe, dijo que era la primera vez que su casa flotante estaba fuera del agua.
"El agua lo es todo para nosotros. Es parte de nuestra vida diaria, el medio de transporte para todos los que vivimos aquí. Sin agua no somos nadie", dijo Santos.
Publicidad