Decretan nuevos confinamientos y toques de queda nocturnos en Europa para frenar el COVID-19

Europa, sumido en un exponencial aumento de casos de COVID-19 , se ve obligado a imponer nuevas restricciones para contener los contagios.

Gales e Irlanda fueron los primeros en decretar un confinamiento, algo que todos quieren evitar debido a su impacto económico y social.

En Irlanda fue decretado el nivel máximo de alerta durante seis semanas y desde este miércoles todo el país está confinado.

“Solo los trabajadores esenciales, cuya presencia física en el lugar esté permitida, pueden hacerlo, quienes puedan trabajar desde casa deben hacerlo”, dijo Micheál Martin, el primer ministro irlandés.

Mientras tanto, la región italiana de Lombardía, la primera en Europa en ser azotada por la pandemia, enfrenta un fuerte aumento de contagios, por lo que aplicará un toque de queda por tres semanas desde este jueves.

Y Bélgica, un país de 11,5 millones de habitantes, cuenta con más de 200 mil casos de coronavirus, más de 10 mil decesos y una de las mayores tasas de mortalidad por COVID-19 del mundo.

Ante la crisis, en el país entraron en vigor nuevas medidas: desde esta semana se instauró el toque de queda nocturno, el cierre de cafés y restaurantes.

Alexander de Croo, el primer ministro de Bélgica, expresó: “En cualquier caso, la situación es grave, es peor que el 18 de marzo cuando nos decidimos por el encierro, que fue prácticamente conjunto”.

Y Eslovenia anunció que sus ciudadanos no podrán salir de sus casas entre las 9 de la noche y las 6 de la mañana, entre otras medidas, después de que los contagios se duplicaran en una semana.

“Todas las reuniones, todos los eventos, todas las ceremonias religiosas, todas las misas, todas las bodas, es decir todo lo que era posible hasta hoy, ya no lo será en Eslovenia”, dijo Ales Hojs, ministro del Interior de Eslovenia.

En Suiza se implementó el uso obligatorio de tapabocas en los lugares cerrados.

En España y Francia se acercan poco a poco al millón de contagios, sin embargo, la preocupación internacional está en Latinoamérica por un posible aumento de casos por las manifestaciones que se han dado tanto en Chile como en Colombia.