Un curandero fue denunciado por dos vecinos por el uso de perros y gatos para sus rituales en el municipio de Punata, en Cochabamba, Bolivia. Quienes revelaron los malos tratos dijeron a los rescatistas que el hombre “esperaba a que murieran y con los cueros hacía amarres”.
Una funcionaria de la fundación Narices Frías afirmó ante los medios que “después de una ardua negociación entre golpes, empujones e insultos, se han podido rescatar a dos cachorros y un gato”.
Sin embargo, en el sitio se quedaron aproximadamente once perros y gatos “que se encuentran con los ojos cerrados, extremadamente delgados, amarrados con cadenas, con alambres”, agregó.
Entre los animales salvados de las manos del curandero, uno se encuentra en condición crítica, pues tiene piedras en el estómago.
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Los dos perros y el gato rescatados presentan desnutrición, anemia, parasitosis y diarrea, dijo uno de los voluntarios que los atiende.
El hombre reveló a Unitel Noticias que “las personas que los tenían decían que los alimentaban; sin embargo, al llegar al refugio les dimos una sopa blanca y devoraron la sopa”.
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Agregó que los perros y gatos tienen “sus cuellitos lacerados porque el cable estaba bien apretado, ellos se mueven, entonces se van ahorcando”.
El voluntario afirmó que “la familia que los tenía dijo que los amarraban porque les habían envenenado otros perritos”.
Cree que en la casa del curandero “había unos diez u once más (perros y gatos), pero por la oscuridad y por la situación tensa que se puso no pudimos rescatar a los demás y tuvimos que salir prácticamente corriendo, pese a que estábamos con la Policía”.
El hombre se pregunta cómo el curandero, que dice ser médico naturista, maltrata así a los animales,
si se supone que “tiene que estar en paz con la Pachamama, con la madre tierra”.