Gracias al desarrollo alcanzado en el campo de la biotecnología, Cuba ya produce grandes lotes de sus candidatas más prometedoras para convertirse en vacunas contra COVID-19.
Tras completar las dos primeras fases de ensayos clínicos, 44 mil personas serán vacunadas en La Habana con la Soberana 02. La misma cantidad de personas recibirán la Abdala en Santiago de Cuba y Guantánamo.
Según anunció el grupo empresarial BioCubaFarma, Cuba dispondrá de 100 millones de dosis de Soberana 02 para vacunar a toda su población, a los visitantes que arriben al país, y también podrá enviar a otras naciones.
"Nosotros estamos yendo con un esquema de 3 dosis a intervalos de 28 días. Por tanto, la fase III es un ensayo que demora entre 2 y 3 meses para encontrar los resultados que estamos previendo”, indicó la doctora Dagmar García, jefe de investigación del Instituto Finlay.
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En cuanto a las capacidades de producción de vacunas en Cuba , el Centro de Inmunología Molecular puede producir unos dos millones de bulbos mensuales de la vacuna Soberana 02.
Según su director, el doctor Eduardo Ojito, se podrían llegar a producir hasta 10 millones de dosis cada mes si se incorpora un segundo reactor.
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Mientras tanto, la vacuna Abdala es producida en los laboratorios Aica, del grupo empresarial BioCubaFarma, el cual posee la tecnología para elaborar más de 100.000 bulbos diarios, con volúmenes de llenado de 12.000 por hora.
"Tenemos dos plantas de producción, pero ahora mismo estamos dedicando una de ellas, que es una de las plantas que está además certificada por la Organización Mundial de la Salud y por otras prestigiosas autoridades regulatorias de nivel nacional y de nivel internacional, para la producción de vacunas”, explicó Tamara Lobaina, directora de Biocen.
Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19 , centenares de científicos cubanos han trabajado incansablemente para crear vacunas seguras para prevenir la enfermedad.
Gracias a las grandes inversiones realizadas desde principios de la década de 1990 en el campo de la biotecnología, la isla cuenta con la capacidad suficiente, y el conocimiento, para proteger a toda su población y ayudar a otros países con menos recursos.
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