Cuatro miembros de una familia antivacuna murieron por COVID-19 en el pueblo italiano San Francesco al Campo, donde hay unos 5.000 habitantes. Solo uno de sus integrantes logró sobrevivir.
Los primeros en fallecer fueron los abuelos Olga Goffi, de 94 años, y Maurizio Ghella, de 92, que pereció dos días después de su esposa. Habían sido hospitalizados en diciembre de 2021.
La tragedia de la familia antivacuna creció con la muerte del nieto de 42 años, Marco.
“Cada uno toma sus propias decisiones. No quiero hablar de las causas de la muerte de mi hijo por respeto a sus decisiones, no tengo nada que decir”, dijo Mamma Rinuccia al medio Corriere Della Sierra, sin imaginar que su dolor crecería con el fallecimiento de su esposo Giuseppe Ferrero, que tenía 69 años.
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El hijo de esta familia antivacuna era el ascensorista del pueblo y no tenía problema en decir que no estaba a favor de la inmunización contra el COVID-19.
“La familia de Marco es muy conocida y respetada. Nadie tiene que juzgar las decisiones tomadas. Todo el mundo se hace responsable de ello. Para nosotros acaba de fallecer una familia que formaba parte de nuestra comunidad. No me refiero a nada más”, declaró Diego Coriasco, alcalde de la población.
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En las últimas 24 horas, Italia confirmó más de 400 muertes por COVID-19, el mayor aumento en los últimos nueve meses, y superó los 9 millones de contagios, según los datos del Ministerio de Sanidad.
El total de muertos asciende a los 141.825 desde que se desatara la pandemia, en febrero del 2020.