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En el 2022, en América Latina se consolidaron los liderazgos de izquierda. Es que desde México hasta Argentina, con pocas excepciones, los ciudadanos dieron su voto buscando un cambio en sus naciones.
América Latina, la América que habla en español, esa que empezó a ser hace más de un siglo, aún busca rasgos de identidad que la definan como continente y, desde el 2019, ese punto de coincidencia puede ser el regreso de los líderes de izquierda con las llamadas ideas progresistas.
El primero fue Alberto Fernández en Argentina, el 11 de diciembre de 2019; después, el 26 de enero de 2022, Xiomara Castro en Honduras; el 11 de marzo de 2022 llegó Gabriel Boric a la Presidencia de Chile y, el 7 de agosto del mismo año, Gustavo Petro asumió el poder en Colombia.
El remate de este año que terminó fue el triunfo de Luiz Inácio Lula da Sila, de nuevo, para ser presidente de Brasil.
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No obstante, la preguntas que muchos sé formulan es: ¿podrán estos gobiernos ganar legitimidad ciudadana y poner al continente en la vía de la modernidad?
Algunos de los expresidentes coinciden en estas ideas y reflexionaron sobre esta coyuntura en Noticias Caracol.
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Bueno, nosotros acreditamos que Brasil solo no tiene la fuerza que es necesaria hoy en este mundo tan dividido. Es muy importante más que nunca la integración de América Latina. De ahí el porqué nos pusimos contentos con la elección de Petro acá. Colombia, Brasil, Argentina y México son los cuatro grandes países. Colombia y México siempre estuvieron más apartados cuando hubo la ola progresista en América Latina. La cooperación tiene que ser económica, educacional, tiene que ser también en las áreas de ciencia y tecnología porque, si no, nos quedaremos atrás
Esto es una rebelión democrática ante el intervencionismo de Estados Unidos. Estados Unidos está en decadencia y el triunfo de Lula y de Petro es un triunfo de los pueblos, es el proceso de la liberación
Sí hay vientos progresistas, la pregunta es: ¿ese es el efecto pendular de unos gobiernos malos, como fueron los gobiernos de derecha entre 2016 y 2012, y luego el péndulo volverá a regresar o se quedará donde está? Yo creo que se va a quedar unos años si los nuevos dirigentes progresistas logran sintonizar las agendas políticas con lo que está viviendo la región y si la región ya no es una región para discutir temas abstractos como la soberanía, los países, las inspiraciones históricas y patrióticas. La región tiene problemas muy concretos: el tema de los inmigrantes, el acceso a vacunas y medicamentos que fue planteado durante la pandemia, el tema de los alimentos transgénicos, la transición ecológica, cómo nos ajustamos a la inteligencia artificial en una región que está absolutamente en una brecha muy profunda. Entonces, yo creo que si esos dirigentes logran sintonizarse con las nuevas realidades de la región, pues el péndulo se quedará donde está
Esto dependerá si demuestran que su modelo económico verdaderamente funciona. Para Evo Morales, su experiencia de 14 años en el poder es que el crecimiento de Bolivia tuvo más Estado y nacionalizó sectores de la economía.
Por Constitución, somos una economía plural, se respeta la propiedad privada, pero la encabeza la inversión pública del Estado, acompaña al sector privado y que suban las asociaciones, cooperativas, centrales comunitarias y eso es totalmente diferente a las políticas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. ¿Qué proclama el fondo? El fondo pide un Estado mínimo, un Estado enano, un Estado que regule y que no invierta y ese Estado nunca resuelve los problemas sociales de los bolivianos
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Cuarenta años de neoliberalismo capitalista produjo el desprecio o la presencia del Estado. El Estado tiende a estar presente en muchas áreas. Nosotros, el progresismo, no puede ser una política tradicional socialdemócrata, tiene que ser una política de soberanía para América Latina. Nosotros debemos desarrollar nuestros sectores productivos, tenemos que combinar, sí, el respeto al sector privado, la participación del sector privado y participación del sector público. Tenemos que tener una estructura tributaria menos regresiva porque uno de los factores principales de concentración es la estructura tributaria de un país
Desde el 2016 y el 2021, que se pueden llamar los años del invierno conservador, pues la región creció la mitad de lo que ha debido crecer y la desigualdad aumentó en un 60, 80 millones de pobres. Yo siento que están dadas las condiciones. Tal vez lo que tienen que hacer los sectores progresistas es dejar de criticar el modelo neoliberal, mostrar otro modelo totalmente solidario
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Además del reto de modelo económico, el desafío es mantener la democracia y generar confianza institucional.
Nosotros estamos reconstruyendo, con ambas fuerzas democráticas, la democracia en Brasil, estamos reconstruyendo también toda la capacidad de reducción de desigualdad
Si quieres cambiar tu país, si quieres cambiar, tienes que cambiar tu punto. Si no cambies como persona, qué vas a cambiar
Soñadores o idealistas, populistas acertados o revolucionarios, lo cierto es que los nuevos gobiernos de izquierda en América Latina deben responder a millones de ciudadanos que esperan gestión y resultados. Y en Colombia, el 2023 será el año para que Gustavo Petro despegue la palabra incertidumbre que cae sobre su gobierno.
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