Analistas y académicos han cuestionado el papel del Gobierno colombiano en medio de la tensa situación política en Venezuela. Por ahora es incierto el futuro de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Para Víctor Mijares, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de los Andes, ese panorama es complejo, pues Colombia y Venezuela son aliados estratégicos y tanto Maduro como Petro podrían llegar a necesitarse.
“Para Venezuela es muy importante cualquier tipo de apoyo que pueda venir de Colombia. Para Venezuela, las relaciones más importantes que puede haber son, por supuesto, las de China y Rusia, pero las relaciones hemisféricas más importantes son con los Estados Unidos y con Colombia. Allí Colombia va a jugar un papel muy importante y creo que está tratando de mantener tanta armonía como se pueda”, manifestó el experto.
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Mijares agrega que las cosas podrían complicarse cuando se sume a la ecuación diplomática la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos.
“Estamos hablando de personalidades muy extremas como la de Trump y la de Petro que se van a enfrentar en un tipo de relación en donde efectivamente Trump va a exigir que el Gobierno de Colombia no sea tan complaciente con Venezuela; y el Gobierno colombiano ya tiene muy clara la tesis de que efectivamente lo que está pasando en Venezuela tiene que ver con un bloqueo y con sanciones económicas”, indicó Mijares.
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Otros expertos analizan la relación diplomática
Los analistas y académicos concuerdan con que la decisión de restablecer las relaciones con Venezuela es acertada, pero cuestionan la indulgencia del gobierno Petro con el régimen de Maduro.
“Es importante decir que dadas las complejidades que hay en la frontera binacional era fundamental y necesario que esas relaciones se restablecieran porque se ganaba potencialmente más de lo que se podía perder”, acotó Juan Nicolás Garzón, profesor de la Universidad de La Sabana.
Mario Carvajal, analista internacional, por su parte, aseguró que “(el Gobierno colombiano) ya tenía una posición ambivalente y flexible ante los excesos del régimen de Maduro, intentándose esconder en la necesidad de una relación pragmática entre ambas naciones”.
Los analistas aseguran que tanto Colombia como Venezuela buscan mantener la relación lo más normal posible y prepararse para lo que sería una nueva página en el capítulo diplomático entre ambos países con la llegada de Donald Trump el próximo 20 de enero a la Casa Blanca.