El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronunció su primer discurso ante el Congreso y destacó los avances en la lucha contra la pandemia del COVID-19.
El mandatario recibió un aplauso al entrar al hemiciclo, una bienvenida alejada del estruendo que suele acompañar a los mandatarios en esta ceremonia, muy mermada este año por las restricciones de la pandemia.
Al subir al podio y ser recibido por la vicepresidenta Kamala Harris y la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, el mandatario las saludó por sus cargos, marcando la primera vez que estos puestos son denominados en femenino.
"Ya era hora", celebró Biden.
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En vísperas de cumplir los primeros y simbólicos 100 días en el poder, Biden presumió del éxito del masivo plan de vacunación.
"Ahora, después de solo 100 días, le puedo reportar al país, que Estados Unidos está avanzando de nuevo", dijo el mandatario demócrata, que afirmó que cuando llegó al poder heredó un país en crisis con la peor pandemia de la historia y la peor crisis económica desde la Gran Depresión.
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El mandatario señaló que el plan de vacunación ha logrado que más de la mitad de la población adulta haya recibido ya al menos una dosis y que desde enero las muertes por el COVID-19 han caído en un 80%.
"Gracias a ustedes, al pueblo estadounidense, nuestro progreso en estos 100 días contra una de las peores pandemias de la historia es uno de los éxitos logísticos más grandes que nuestro país jamás haya experimentado", afirmó.
Por eso pidió a todos los estadounidenses que superen las dudas y se vacunen cuanto antes, porque "cada pinchazo es una dosis de esperanza".
Asimismo, prometió que su país se convertirá "en un arsenal de vacunas para otros países, igual que EE. UU. fue el arsenal de la democracia durante la Segunda Guerra Mundial".
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Proclamó que "EE. UU. ha vuelto" a la escena internacional y se comprometió a ayudar a otras naciones a hacer frente a la pandemia, porque "no hay un muro suficientemente alto para dejar fuera al virus".
Reforma policial
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El presidente solicitó a la oposición republicana en el Legislativo a que apruebe el proyecto en mayo, coincidiendo con el primer aniversario del asesinato de George Floyd.
"La nación apoya esta reforma. El Congreso debe actuar", expresó.
"Pagar su justa parte"
El principal eje de esta tradicional cita de la política estadounidense es el proyecto para las "familias estadounidenses", que contiene una "inversión histórica" en educación y en la infancia.
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El plan, que ya ha despertado la ira de los republicanos, es ambicioso: prevé un billón de dólares en inversiones, especialmente en educación, y 800.000 millones en recortes de impuestos para la clase media.
Este plan está orientado a crear "millones de empleos" y según Biden el 90% de los empleos en infraestructura está pensado para personas sin una titulación universitaria.
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"Yo sé que algunos de ustedes en casa se preguntan si estos empleos son para ustedes, ustedes se sienten dejados atrás y olvidados en una economía que está cambiando rápidamente", afirmó Biden.
Para financiarlo, el demócrata propuso cancelar los recortes de impuestos para los más ricos aprobados en la administración de Donald Trump y aumentarles los gravámenes.
Las empresas y los más ricos deben pagar "su justa parte", defendió.
Y todo, sobre una promesa: ningún estadounidense que gane menos de 400.000 al año verá aumentar sus impuestos, indicó un miembro del gobierno que pidió no ser identificado.
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El discurso marca el inicio de un agrio debate en el Congreso, ya que, si bien su plan de alivio para una economía muy lastrada por la pandemia por 1,9 billones de dólares logró superar los obstáculos, el debate sobre su gigantesco plan de infraestructura y su reforma educativa generan más divisiones.
El plan requiere de la aprobación de un Congreso muy dividido, con una leve mayoría de los demócratas, pero que no garantiza la tramitación de los proyectos.
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Ley migratoria
El presidente de Estados Unidos instó a ponerle fin a "la agotadora guerra" partidista sobre la inmigración.
Pidió al Legislativo aprobar su reforma migratoria, que busca regularizar a los 11 millones de inmigrantes irregulares que viven en el país, un proyecto que está estancado en el Senado ante la falta de apoyo de la oposición republicana.
"Si creen que necesitamos una frontera segura, apruébenla. Si creen en una vía hacia la ciudadanía, apruébenla. Si realmente quieren resolver el problema, les he enviado el proyecto, ahora apruébenlo", dijo.
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El líder demócrata afirmó que "durante más de 30 años los políticos han hablado sobre la reforma migratoria y no han hecho nada" y sostuvo que "ha llegado el momento de resolverlo".
Restricción de armas
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"No quiero ser beligerante ni nada, pero necesitamos que más republicanos se unan a la inmensa mayoría de sus colegas demócratas para cerrar las lagunas legales e imponer verificaciones de antecedentes para comprar un arma", expresó al referirse a la restricción de armas.
El líder estadounidense sostuvo que este problema, que definió como un "derramamiento de sangre diario", no debería ser un asunto partidista.
"No me digan que no se puede hacer. Lo hicimos en el pasado, y funcionó", añadió Biden, que también defendió prohibir los rifles de asalto y los cargadores de alta capacidad, armas y dispositivos habituales en los tiroteos masivos.
Mensaje a Putin y situación con China
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Biden hizo referencia a sus recientes conversaciones con Vladimir Putin y con el presidente chino, Xi Jinping.
Aseguró que EE. UU. no tolerará "injustas" prácticas comerciales de China que perjudican a los trabajadores estadounidenses y prometió que mantendrá una fuerte presencia militar en el Indopacífico, de la "misma forma" que Washington hace en Europa con la OTAN.
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También aseguró que su país se mantendrá firme en su compromiso para defender los derechos humanos en todo el mundo, también en China, quien considera esos intentos como una injerencia de Washington.
Sobre Rusia, dijo que no quiere una "escalada", pero le avisó a su homólogo que las "acciones tienen consecuencias".
Asimismo, Biden prometió que trabajará con sus aliados para afrontar las amenazas que suponen Irán y Corea del Norte utilizando la diplomacia y "la disuasión severa".
El mandatario indicó que los programas nucleares iraní y norcoreano "presentan una seria amenaza para la seguridad de EE. UU. y del mundo".
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También mencionó la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, que estará completada para el próximo septiembre, cuando se cumple el vigésimo aniversario de los ataques del 11-S, y subrayó que esta guerra nunca debería haber durado tanto.
Protección de comunidad LGTBI y víctimas violencia de género
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Biden reclamó volver a aprobar la ley de violencia contra las mujeres que estuvo en vigor durante 25 años en este país.
Y subrayó que volver a reactivar esa norma acabaría con el denominado "resquicio del novio" -un vacío legal en la normativa de control de armas que permite su acceso a los condenados por abuso o acoso a sus exparejas-.
Tras señalar que más de 50 mujeres son asesinadas al mes con armas de fuego a manos de sus parejas, insistió en pedir el apoyo del Congreso: "aprueben la ley y salven vidas".
El mandatario estadounidense también se dirigió a la comunidad LGBTI,
especialmente a los "valientes" jóvenes de entre este colectivo, "quiero que sepan que el presidente los apoya".