Corea del Norte disparó presuntamente un misil balístico de largo alcance, afirmó el ejército de Corea del Sur este miércoles, días después de que Pyongyang amenazara con derribar aviones de espionaje estadounidenses que violaban su espacio aéreo.
Las relaciones entre las dos Coreas se encuentran en uno de sus peores momentos, sin contactos diplomáticos entre ambos países y un aumento de los ensayos armamentísticos del Norte, cuyo líder Kim Jong Un pidió desarrollar más su arsenal nuclear.
De su lado, Estados Unidos y Corea del Sur incrementaron sus maniobras militares conjuntas en la zona y prometieron acabar con el régimen norcoreano si hace empleo de sus armas nucleares.
El comando militar en Seúl explicó que había detectado el lanzamiento de un misil balístico de largo alcance sobre las 10H00 desde la zona de Pyongyang.
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"El misil balístico fue disparado en una trayectoria vertical y recorrió 1.000 km antes de caer en el mar del Este", también conocido como mar del Japón, dijo el Estado Mayor Conjunto.
Corea del Norte ha empleado en varias ocasiones estos lanzamientos con una trayectoria más vertical para evitar que el proyectil cruce el espacio aéreo de países vecinos.
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El disparo "es una grave provocación que lastima la paz y la seguridad en la península de Corea" y viola las sanciones de la ONU contra Pyongyang, dijo el comando militar de Seúl.
La última vez que el país comunista disparó uno de sus misiles balísticos intercontinentales (ICMB) fue en abril, supuestamente el Hwasong-18 propulsado por combustible sólido.
En febrero disparó un Hwasong-15, que sobrevoló una distancia similar de 989 km. Los expertos señalan que el tiempo de vuelo de 70 minutos también es similar al de otros ICBM.
"Con lo que tenemos en este momento, es un 90% seguro que es un lanzamiento de un ICBM", indicó a la AFP Choi Gi-il, profesor de estudios militares en la Universidad de Sangji.
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Este analista señaló que el disparo puede ser una prueba previa de Corea del Norte en vistas a un eventual nuevo intento de poner en órbita un satélite de reconocimiento, tras el fracaso encajado en mayo.
El último disparo se produce apenas dos días después de que Corea del Norte acusara a Estados Unidos de violar su espacio aéreo con aviones de espionaje y condenara sus planes de desplegar misiles nucleares submarinos cerca de la península.
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Un portavoz del ministerio de Defensa Nacional norcoreano aseguró que Estados Unidos "ha intensificado las actividades de espionaje más allá de los niveles propios de tiempos de guerra".
"No hay garantía de que no ocurra un incidente tan chocante como derribar un avión estratégico de reconocimiento de la Fuerza Aérea estadounidense" en el mar de Japón, dijo el portavoz en una declaración difundida por la agencia oficial KCNA.
El disparo coincide con la asistencia del presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, a la cumbre de la OTAN esta semana en Lituania, en la que busca reforzar la cooperación con la alianza frente a la creciente amenaza militar de Pyongyang, dijo la oficina presidencial en Seúl.
"Pyongyang suele programar sus demostraciones de fuerza para perturbar lo que percibe como una coordinación diplomática contra ellos, en este caso, los líderes de Corea del Sur y Japón reuniéndose durante la cumbre de la OTAN", analizó Leif-Eric Easley, profesor en la Universidad Ewha de Seúl.