Consejo de Seguridad de la ONU no llega a acuerdo sobre el conflicto entre Israel y palestinos

Los intensos intercambios de lanzamiento de cohetes y ataques aéreos, y los disturbios en ciudades mixtas judío-árabes, alimentaron el miércoles los temores de que la violencia mortal entre Israel y palestinos podría convertirse en una "guerra a gran escala".

Un edificio de 14 pisos en la ciudad de Gaza que se sabe que albergaba varios medios de comunicación locales, incluido Al-Aqsa TV, dirigido por Hamás, fue alcanzado en un ataque israelí.

Entretanto, en la Franja de Gaza, se llevaron a cabo los funerales de un hombre asesinado después de que Israel atacara un automóvil en la ciudad.

En Israel también hay daños y muertos.

En Tel Aviv, tras una terrorífica noche, los periódicos israelíes titularon ‘Rockets sobre Israel’.

“Te sientes asustado, sientes adrenalina, pero sabes que necesitas encontrar un refugio”, expresó Nir Livnat, trabajador en construcción.

Desde la Franja de Gaza, habrían enviado más de mil misiles en 48 horas, los objetivos han sido ciudades israelíes como Jolón, Ashkelon, Sderot y Tel Aviv.

El sistema de defensa cúpula de hierro israelí ha logrado detener alrededor del 90% de las bombas, los antimisiles son controlados por computador al detectar un ataque enemigo.

Hamás, una organización yihadista y beligerante y muchas veces acusada de grupo terrorista es la que manda en el enclave palestino. En Cisjordania a 76 kilómetros de Gaza la autoridad nacional palestina, una organización menos extremista es la que gobierna.

“Los crímenes que Israel está cometiendo contra nuestro pueblo en todas partes de Palestina han provocado esta explosión popular y nacional contra la ocupación, la injusticia y la opresión”, dijo Mohammed Shtayyeh, primer ministro palestino.

Mahmoud Abbas, el presidente de la autoridad nacional palestina, y quien guarda silencio, había llamado a elecciones después de 15 años, pero volvió a aplazarlas, algo que Hamás vio como una afrenta.

El conflicto entre Israel y Palestina volvió a estallar el fin de semana en Jerusalén del este, un sector palestino ocupado y anexionado por el estado hebreo tras el anunció de desalojo de palestinos para construir asentamientos de colonos israelíes.

La violencia se intensificó el lunes tras el día de Jerusalén, cuando los judíos celebran el haber ganado terreno en esta ciudad en la guerra de 1967. La ira de los palestinos en la explanada de las mezquitas escaló hasta gaza donde Hamás inició bombardeos hacia Israel y este respondió con fuerza.

Estados unidos envió al subsecretario de Estado, Hady Amr para tratar de calmar los ánimos.

“Él aportará su década de experiencia y, en particular, exhortará en mi nombre y en el del presidente Biden, una reducción de la violencia”, manifestó Antony Blinken, secretario de Estado de EE. UU.

El Consejo de Seguridad de la ONU celebró otra reunión de emergencia sobre el conflicto, pero no llegó a un acuerdo sobre una declaración conjunta debido a la oposición de Estados Unidos, el aliado clave de Israel.