Un tornado que azotó el estado de Tennessee, en Estados Unidos,
dejó devastación a su paso. No obstante, para una familia significó una impactante historia de supervivencia.
Cuando el tornado golpeó a la ciudad de Clarksville, Sydney Moore apenas tuvo tiempo de actuar. La madre de dos hijos se abalanzó sobre el niño que tenía más cerca para protegerlo.
“Corrí a la habitación de atrás, salté encima de Princeton, las paredes se derrumbaron y fue entonces que sonó la sirena”, recordó la mujer.
Mientras Sydney se aferraba al pequeño de un año, su pareja intentaba rescatar a Lord, su bebé de apenas 4 meses de vida. Sin embargo, era demasiado tarde. “Él intentó sacar al niño de la cuna y eso fue lo primero que voló. Lord se quedó sobre la cuna en el aire. Su papá vio como dio dos giros y luego fue lanzado”, dijo la madre del menor.
Cuando la mujer, su novio y el pequeño Princeton lograron salir del fondo de los escombros, el bebé no estaba por ningún lado.
Su cuna quedó destruía y junto a ella no había rastro del menor. Lo buscaron de manera desesperada y se temían lo peor. “El papá finalmente encontró a Lord en un árbol, lo juro por Dios. Parecía como si lo hubieran colocado allí y tenía un profundo corte al costado de la cara”, afirmó Sydney.
La familia caminó más de un kilómetro y medio para encontrar ayuda. El niño llegó al hospital con una contusión en la cabeza y su progenitor sufrió una fractura de clavícula, pero saben que tuvieron suerte.
“Juro que fue por la gracia de Dios que sobrevivió”, manifestó la madre del bebé.
La casa móvil donde vivían quedó totalmente destrozada por el tornado, pero se sienten afortunados de estar juntos, sanos y salvos.
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