Conmoción en Sao Paulo por policía que lanzó a un ciudadano de un puente: víctima sobrevivió

Una serie de casos de brutalidad policial en Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil, conmocionan a la opinión pública y ponen en aprietos al gobernador Tarcisio de Freitas, aliado del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro y considerado posible candidato presidencial para 2026.

La presión sobre el gobierno paulista creció luego de que se viralizara un video de un agente de la Policía Militar (PM) que, el pasado domingo 1 de diciembre, arrojó desde un puente hacia el agua a una persona detenida, que sobrevivió a la agresión. El policía fue arrestado.

Horrible. Policía de #SaoPaulo allá en #Brasil avienta a una persona desde un puente. Todo muy mal. pic.twitter.com/xoH9Dr0LQ3

— Heinz Zeta (@huichol19) December 3, 2024

Al día siguiente, la Corregiduría de la Policía separó de sus funciones a 12 policías que invadieron una residencia en Barueri, uno de los municipios de la región metropolitana de Sao Paulo, y agredieron a una mujer de 63 años.

Las autoridades del estado argumentan ante las críticas que los índices de criminalidad bajaron durante la gestión de Tarcisio de Freitas, exministro del gobierno de Bolsonaro (2019-2022).

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En marzo pasado, el gobernador minimizó una denuncia ante las Naciones Unidas por el accionar policial. "Me da lo mismo", declaró.

Sin embargo, tras los episodios recientes, Freitas admitió este jueves 5 de diciembre, en una rueda de prensa que "es momento de tener humildad y decir: bueno, hay algo que no está funcionando".

También afirmó que estaba "completamente equivocado" en oponerse a que los policías porten en sus uniformes una cámara de video obligatoria para registrar todas sus acciones, con grabación automática e ininterrumpida.

Freitas había promovido un cambio por un modelo de cámara que los agentes podrían apagar a discreción. Pero ahora prometió que se mantendrá el criterio actual.

Otros casos de violencia policial en Sao Paulo

A principios de noviembre, un agente de la PM fuera de servicio le disparó once veces por la espalda a un joven afrodescendiente que había robado productos de limpieza en un mercado de la capital paulista.

Dos días más tarde, un niño de 4 años murió baleado durante un operativo de la PM en la ciudad de Santos, en el que también perdió la vida un adolescente.

Dos semanas después, un estudiante de Medicina de 22 años que estaba desarmado fue ejecutado por un agente de la PM, tras resistirse a que lo arrestaran por haber dado un golpe a una patrulla.

Según el Ministerio Público, con 673 víctimas, las muertes provocadas por policías en el estado de Sao Paulo aumentaron un 46% en los primeros nueve meses de 2024 en comparación con el mismo período de 2023.

La letalidad policial impacta aún más a la población afrodescendiente: entre enero y agosto, las muertes a manos de la Policía aumentaron 83%, contra el 59% para ciudadanos blancos, según un estudio del Instituto Sou da Paz con base en cifras oficiales.

Policía de Sao Paulo “es un grupo de exterminio”

Bajo el lema "¿Quién vigila a la policía?", centenares de personas convocadas por organizaciones del movimiento afrodescendiente se manifestaron este jueves 5 de diciembre en el centro de Sao Paulo para reclamar "control de la PM, que está totalmente descontrolada".

Los participantes en la protesta aclararon que su manifestación no fue por los casos que ganaron repercusión en los últimos días, sino por el histórico de abusos y de violencia desde que el derechista Tarcisio de Freitas asumió la gobernación del estado de São Paulo en enero de 2023.

Los manifestantes apuntaron contra Freitas y pidieron el despido de su secretario de Seguridad Pública, el oficial policial de reserva Guilherme Derrite, cuestionado por haber declarado que la muerte de un niño por la PM se usó para "victimismo barato".

"No acabó, tiene que acabar, quiero el fin de la Policía Militar", cantaron los manifestantes mientras marchaban hasta el Comando General de la PM.

"Mi hijo de 9 años le tiene miedo a la policía y no tengo cómo explicarle otra cosa, porque para nosotros es un grupo de exterminio", declaró a la AFP Fernanda dos Santos Garcia, una estudiante de Derecho de 31 años cuyo hermano Dennys, de 16, fue una de las víctimas de la llamada masacre de Paraisópolis, en 2019, cuando nueve jóvenes murieron asfixiados durante una acción de la PM contra un baile funk. El hecho sigue impune.

"Seguiremos saliendo a la calle contra esta policía genocida, hecha para ejecutar a negros y pobres de las periferias", dijo por su parte José Carlos de Assis, de 62 años, quien denuncia que su hijo Gabriel, de 18, fue golpeado y ejecutado a tiros por la Policía Militar en 2021, en la zona este de Sao Paulo.

"La lluvia vino a limpiar toda la sangre derramada en 500 años (de historia de Brasil desde la colonización portuguesa). Pasaron 500 años y nada cambió. Ellos siguen matándonos, siguen exterminándonos. Vivimos en un campo de exterminio", afirmó a EFE la educadora de arte Selma Maria, de 59 años, una de las participantes en la protesta.

Para el profesor Rafael Correa, de 40 años, la manifestación demostró que la población está unida y que pretende luchar por sus derechos contra agentes policiales que creen que pueden matar y que quedarán impunes.