Mientras Estados Unidos afronta una ola récord de contagios y hospitalizaciones por la variante ómicron del coronavirus COVID-19, las autoridades sanitarias del país se encuentran en el punto de mira por la confusión en torno a los días de aislamiento y el uso de tapabocas.
Los mensajes contradictorios se repitieron este miércoles, 12 de enero de 2022, en la rueda de prensa semanal de la Casa Blanca sobre el COVID-19, donde el equipo del presidente Joe Biden no supo aclarar qué tipo de mascarilla hay que usar frente a la nueva variante.
La directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), Rochelle Walensky, negó que su organismo esté estudiando recomendar a los estadounidenses el uso de cubrebocas de "mayor calidad" y sentenció que "cualquier mascarilla es mejor que ninguna".
Pero en la misma comparecencia, Jeff Zients, coordinador del equipo de respuesta del Gobierno a la pandemia, afirmó que la Casa Blanca "está considerando seriamente" facilitar el acceso a tapabocas de mayor protección, como las KN95 o N95, que las de tela.
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"Seguiremos los consejos de la ciencia y los CDC lideran en este asunto, pero es un tema que estamos explorando activamente", aseguró Zients.
Walensky acabó admitiendo que los CDC actualizarán su página web para ayudar a los estadounidenses a elegir mascarilla y a usarla correctamente.
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Actualmente, Estados Unidos está registrando alrededor de 750.000 casos diarios de COVID-19 y el aumento de muertes preocupa, pues no solo el bajo porcentaje de uso de tapabocas afecta, sino que una gran cantidad de pacientes hospitalizados aún no se han vacunado.